Seguridad. Esa es la palabra clave cuando hablamos de cascos de esquí. Tanto si estás aprendiendo a esquiar bien como si ya eres un practicante experimentado, corres el riesgo de sufrir una caída inesperada y golpearte en la cabeza. Protegerte de la mejor manera posible es clave para que tu experiencia en la nieve sea lo más segura posible.
Existen muchos tipos de cascos de esquí, como los integrales, los de media carcasa, los abiertos y los híbridos. Los cascos integrales son los que ofrecen mayor protección y cobertura, mientras que los cascos semimonocasco ofrecen un poco menos de cobertura y protección. Los abiertos ofrecen la menor cobertura y protección, pero siguen siendo una buena opción para quienes desean un casco más ligero y transpirable. Normalmente se usan en deportes de invierno predominantemente aeróbicos, como el esquí de fondo y seguro que los has visto antes a ciclistas montando en sus mejores ebikes o bicicletas tradicionales. Los cascos híbridos combinan características de los cascos integrales y de los cascos de media carcasa, proporcionando más cobertura y protección que un casco abierto, pero menos que un casco integral.
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¿Cascos de esquí o cascos de ski?
Cascos de esquí o cascos de ski, ¿se escribe Ski o Esquí? Antes de adéntrate en la búsqueda del mejor casco debemos decirte que «casco de esquí» es la forma correcta de escribir los cascos específicos para disfrutar del esquí con total seguridad. Ahora que ya sabes esto, haz la búsqueda correctamente para encontrar los mejores consejos y opciones de este material de seguridad.
Consejos para elegir el casco de esquí
Elige bien la talla de casco para esquiar o hacer snowboard
Es muy importante elegir el casco de esquí que mejor se ajuste a tu cabeza. Para saber tu talla puedes ir a tiendas especializadas y pedir ayuda o hacerlo por tu cuenta midiendo la circunferencia de tu cabeza en torno a 2 cm por encima de tus cejas. La cinta métrica deberá rodear tu cabeza pasando por la nuca. Una cosa relevante a tener cuenta es que dependiendo de la marca de casco e incluso, del casco que seleccionemos dentro de la propia marca, los centímetros asociados a cada talla pueden variar, al igual que la gama de tallas disponible. El tallaje más normalizado es el siguiente:
- XS: 49 – 52 cm
- S: 52 – 55 cm
- M: 55 – 59 cm
- L: 59 – 62 cm
Algunas marcas de cascos de esquí ofrecen un tallaje mayor y recomendamos que miréis detenidamente las guías de tallaje que la marca ofrece de manera individual y clara en cada uno de sus cascos. Si te interesa conocer más todo este mundo de marcas, te recomendamos leer nuestra recopilación de las mejores marcas de cascos de esquí. Conocer todas las opciones va a facilitarte mucho más la elección del casco que mejor se adapte a ti.
Si quieres saber más sobre las diferentes marcas de cascos que hay en el mercado te recomendamos leer Las mejores marcas de cascos de esquí y así elegir el casco de la marca que mejor se adapte a tus condiciones y revisar sus especificaciones en talla.
Sistema de ajuste
De manera general, el sistema de sujeción del casco se basa en la correa que se abrocha por debajo de nuestra barbilla y las ruedas de ajuste, posicionadas en la parte trasera del casco. Deberás jugar con la longitud de la correa y posición de la rueda con el objetivo de lograr fijar el casco a tu cabeza. El casco no debe moverse, pero, ten cuidado con apretarlo mucho y perder comodidad, esencial para poder llevar el casco durante las horas de práctica del deporte.
Algunos cascos, actualmente, incorporan el BOA® Fit System, un sistema de ajuste mejorado para proporcionar una comodidad plena llevando este material de seguridad.
Gafas de esquí complementarias con el casco
Es importante elegir unas buenas gafas que encajen a la perfección con el casco de esquí. En general, todas las gafas y los cascos suelen ser compatibles, consiguiendo así que ambos materiales de seguridad estén fijos pero, si quieres garantizar al máximo dicha compatibilidad, muchas marcas sacan cascos y gafas asociadas. Otra opción que puedes valorar es adquirir un casco de esquí con visera y así olvidarte de obtener de manera independiente las gafas. Actualmente puedes encontrar cascos de esquí con visor incorporado de muy alta calidad.
Tanto para gafas de esquí independientes, como para cascos de esquí con visor, sugerimos que eches un vistazo a las gafas de esquí Bollé. Actualmente, muchos de sus productos cuentan con Phantom, la primera lente fotocromática que permitirá proteger tus ojos en cualquier condición climática.

En resumen, consideramos que las gafas de esquí son otro material muy importante en la práctica del esquí y para saber más sobre esto te recomendamos que leas ¿cómo elegir las gafas de esquí? y así, cuentes con la información necesaria para elegir las gafas que mejor se adapten a tus objetivos.
Las características del peso y la ventilación están íntimamente relacionadas con las diferentes tecnologías que se pueden utilizar en la fabricación de cascos de esquí. Estas son ABS, In-Mold, híbridos y MIPS, de las cuales, hablaremos más adelante.
Evita que sean pesados
Evita elegir cascos que pesen mucho ya que, así, evitarás sentir molestias en la zona de cuello y hombros y podrás llevar el casco durante horas sin problema alguno. Un peso considerado normal para tu casco ronda entre los 400-500 gramos y, ya, pasaríamos a hablar de cascos ligeros o ultraligeros con un peso menor de 400 gramos.
Elige un casco de esquí con buena ventilación
Evita que el calor, la humedad y el sudor se acumule eligiendo opciones que tengan un buen sistema de ventilación. Estos agujeros de ventilación de los que dispone el caso pueden ser fijos, es decir, que están siempre abiertos, o ajustables. Actualmente, muchas marcas han incorporado la segunda opción, siendo un claro ejemplo los cascos de esquí Bollé. Estos cuentan con un sistema de ventilación regulable, conocido como, ajustable ventilation, que permite modificar la cantidad de aire que pasa por el casco.
La normativa detrás de los cascos de esquí
Los cascos de esquí, al igual que los de motociclismo, deben proteger la cabeza del usuario frente a impactos. La normativa europea EN 1077:2007 se centra en dos tipos diferentes de protección en lo que a casco se refiere, la clase A y la clase B.
Cascos de clase A y clase B
La principal diferencia con respecto a los de clase B, es que los cascos de clase A deben cubrir la zona de las orejas. Esto no quiere decir que dicha cobertura deba brindar absorción contra impactos pero, la cobertura no puede ser desmontable y siempre debe de estar.
Por el contrario, los cascos de clase B no tiene que cumplir con la cobertura de orejas.
Pruebas de homologación
Según esta normativa, los cascos deben pasar por una serie de pruebas para así estar acreditados como homologados:
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- El sistema de sujeción debe evitar que el casco se mueva de su posición inicial y que, en caso de accidente, se libere fácilmente.
- Como requisito indispensable, la capacidad de absorción de impactos del casco debe ser excelente. Esta capacidad se comprueba llevando a cabo simulaciones de impactos.
- Evitar que el casco limite el campo de visión del esquiador.
- El casco debe ser capaz de proteger todas las partes vulnerables de nuestra cabeza.
- El casco debe tener resistencia ante cualquier perforación que pueda producirse causada por cualquier objeto puntiagudo, por ejemplo, un bastón.
- Todos los cascos deben ser duraderos. Para comprobar su durabilidad el casco se somete a determinadas pruebas, entre otras, a la prueba de absorción de impactos, de perforación y de envejecimiento artificial, donde se expondrá al casco a temperaturas extremas y luz ultravioleta.
Normativa FIS RH2013
Esta normativa, debido a que está enfocada en esquí y snowboard de competición, los requisitos a cumplir por los cascos son más exigentes, por ejemplo, las pruebas de velocidad se llevan a cabo a un velocidad superior y los cascos para competición deben ser de clase A.
Por último, también destaca la normativa estadounidense ASTM F2040. Algo a destacar es que esta norma y la europea difieren en algunas pruebas de homologación y que los cascos pueden hacerse con ambos certificados.
¿Los cascos de esquí son obligatorios?
Según el Reglamento de funcionamiento de las estaciones de esquí españolas desarrollado por ATUDEM (Asociación turística de estaciones de esquí y montaña de España) llevar casco mientras practicas este deporte no es obligatorio, pero es muy recomendable.
Un estudio del año 2010 titulado The effectiveness of helmet wear in skiers and snowboarders: a systematic review, revelaba que el uso de casco en la práctica de estos deportes reducía drásticamente la posibilidad de sufrir traumatismos craneales, oscilando entre 15% y 60% debido a usar o no este material de seguridad. Además, destacaban que aquellos esquiadores o snowboarders implicados en accidentes y que hacían uso de casco tenían una probabilidad significativamente menor de perder la conciencia.
Otro estudio, realizado en 2002 y titulado Effect of helmet wear on the incidence of head/face and cervical spine injuries in young skiers and snowboarders, tras evaluar el estado de 70 niños que sufrieron un accidente de esquí o snowboard, reveló que, de los 56 que si precisaron ser tratados, 17 niños (30%) llevaban casco y 39 (70%) no.
Los cascos de esquí están para protegerte de posibles golpes fruto de caídas e impactos inesperados. Por tanto, aunque no sean obligatorios, llevar casco es siempre lo más aconsejable.
Tipos de cascos de esquí, ¿cómo elegir el tuyo?
Hay muchos tipos de cascos para esquiar o disfrutar del snowboard. Existen cascos de esquí para hombre, cascos de esquí para mujer y cascos de esquí para niños. Como puedes imaginar, existe un gran número de marcas de esquís que fabrican también cascos. Aunque no es muy recomendable por motivos de higiene, existen tiendas de esquí que ofrecen cascos de esquí de alquiler y normalmente va incluido con el alquiler de material de esquí. En todo caso, si te planteas alquilar o comprar, hazte primero la siguiente pregunta.
¿Qué uso vas dar a tu casco de esquí?
Dependiendo del uso que quieras darle, las características del casco variarán. Una nota aclaratoria relevante es que no suelen destacar diferencias técnicas entre cascos de esquí y de snowboard pero, si que es importante saber cuáles son las características básicas de un casco dependiendo de la modalidad de práctica que elijas.
Esquí alpino
Elegir un casco para la práctica del deporte en estaciones es el punto más sencillo de los cuatro debido a que depende de tu situación, es decir, del nivel de experiencia y la protección que decidas llevar debido a que, recordemos, no es un material de seguridad obligatorio. Eso sí, siempre deberá estar homologado. Podrás encontrar modelos muy versátiles, en talla, peso, ventilación, nivel de protección, precio (recordemos las tipologías de clases de cascos mencionadas con anterioridad) y elegir el que más se adapte a tus necesidades.
Esquí de competición
En este punto, lo más importante es saber que la normativa cambia. El casco en las competiciones de esquí es obligatorio. Según la normativa FIS (Federación Internacional de Esquí), el participante deberá lleva casco en cada una de las disciplinas, cumpliendo con las especificaciones señaladas para el material de competición. De manera general, estos cascos deberán contar con alta protección. Elige tú disciplina de competición y el casco atendiendo a la norma.
Freeride
La modalidad Freeride, de manera genera, consiste en la práctica del esquí o snowboard fuera de pista para lo que debes, primero, dominar la técnica tradicional. Por lo general, los cascos recomendados para esta práctica suelen ser ligeros y con un buen sistema de ventilación.
Esquí de travesía o Skimo
También conocida como skimo, esta modalidad puede dividirse en dos partes principales. Primero, el objetivo es subir la montaña caminando, segundo, bajarla esquiado eligiendo bien las zonas. No es recomendable la práctica para principiantes, se recomienda contar con un nivel medio-alto de experiencia sobre los esquís.
Un vez explicadas las bases, los cascos para esta modalidad deberán ser ultraligeros y con un sistema de ventilación excelente. Estos cascos, en especial cuando hablamos de competición, deben llevar una doble homologación, la EN 1077:2007, mencionada con anterioridad y, en este caso, cumpliendo las características de los cascos de clase B y la EN 12492:2012, para cascos de escalada y alpinismo.
Freestyle
Es una modalidad que se caracteriza por las acrobacias, saltos y diversos trucos donde el esquiador demuestra su habilidad y capacidad de improvisación con la nieve y los diversos obstáculos. Los cascos para esta modalidad deberán llevar una alto nivel de protección debido al alto riesgo de caídas.
Los cascos de esquí y su tecnología de fabricación
Primero hablaremos de tres tipologías de cascos asociadas a la tecnología usada para la fabricación, cascos ABS, In-Mold y híbridos, y, luego, pasaremos a hablar de un sistema de protección, denominado MIPS®, incorporable dentro de la construcción del casco.
Cascos ABS
Esta tipología de cascos se compone de una parte externa fabricada con ABS y una espuma protectora en el interior, fabricada con poliestireno expandido (EPS), material muy liviano. Las siglas ABS hacen referencia a un tipo de plástico denominado acrilonitrilo butadieno estireno, un material que se caracteriza por ser muy resistente ante cualquier impacto y esta es la principal característica de los cascos ABS. Los cascos de esquí fabricados con esta tecnología se caracterizan por ser muy resistentes. Si es importante destacar que cuentan con una menor ventilación y que no se consideran cascos ligeros en comparación con otros, pero, si buscas resistencia, seguridad garantizada y un precio económico los cascos ABS con muy buena opción.
Cascos In-Mold
Las principales característica de los cascos In-Mold es que son ultraligeros y destacan por tener un excelente sistema de ventilación. A diferencia de los anteriores, los cascos fabricados con tecnología In-Mold se componen de una sola capa, una parte exterior de policarbonato, plástico duradero y resistente, rellena con EPS, consiguiendo así disminuir de manera notoria el peso del casco.
Cascos híbridos
Los cascos fabricados con tecnología híbrida unen lo mejor de los dos tipos previos. Algo a destacar con respecto a estos cascos es que, en comparación a los anteriores, son menos económicos. En cualquier caso, si buscas un casco resistente ante impactos, muy seguro, ligero y ventilado esta es una muy buena opción.
Tecnología MIPS
Cuando hablamos de sistema MIPS®, más que a una tipología de casco, nos referimos a un sistema de protección adicional aplicable en la construcción del casco. El sistema de protección MIPS® consiste en una capa de baja fricción situada en el interior del casco, concretamente, suele situarse entre la parte superior del casco y la espuma protectora de EPS. El objetivo de este sistema es reducir el movimiento de rotación del cerebro causado por golpes oblicuos, añadiendo todavía más seguridad al casco, sin interferir en su ligereza y sistema de ventilación.
Tecnología Koroyd
Esta tecnología es innovadora con respecto a lo qua a construcción de cascos se refiere. El objetivo principal es hacer de los cascos un material aún más seguro. Se trata de una estructura formada por pequeños tubos soldados entre sí, tomando una forma similar a la de un panal de abejas. Esta construcción se situar en el interior del casco y, por lo general, complementa a la espuma protectora EPS que explicamos con anterioridad.
La construcción se encargar de proteger frente a impactos directos y en ángulo. Al recibir un impacto esta se deforma de manera instantánea para absorber la fuerza del impacto, minimizando la energía del golpe que recaería sobre la cabeza.
Además, no solo es capaz de absorber más energía al recibir impactos, se caracteriza por ser una construcción ligera y transpirable. Por tanto, aumenta la seguridad sin comprometer el peso y la ventilación del producto.
Con esto damos respuesta a las dudas principales que debes saber con respecto a este material de seguridad en la práctica del esquí. ¡Disfruta de la experiencia siempre de la manera más segura!