Esquiar es muy divertido y si nunca lo has hecho, te recomendamos aprender: es una experiencia deportiva al aire libre muy gratificante que permite disfrutar de paisajes insólitos de montaña. Si eres principiante o si nunca te has puesto unos esquís, a continuación te vamos a dar algunos consejos básicos para saber cómo esquiar bien.

La velocidad de tu progreso dependerá de tu forma física, experiencia en otros deportes de deslizamiento y pundonor para afrontar retos, pero te podemos asegurar que no es tan difícil como parece. ¿Preparado para aprender a esquiar? Pues acompáñanos en esta lectura.

Cómo esquiar bien: consejos prácticos para principiantes

Cada año, miles de esquiadores surcan las estaciones de esquí en España pero que sepan esquiar bien, no hay tantos. El esquí alpino y el snowboard, requiere un mínimo de práctica y hábito al medio para poder deslizar con destreza por las pistas nevadas. Por eso, vamos a darte algunos consejos fundamentales para mejorar tu técnica y disfrutar de las pistas de esquí independientemente de los tipos de nieve de encuentres en la estación.

Condición física

La preparación física es un factor crucial en cualquier deporte. Intenta activarte físicamente antes de ir a esquiar. Entrena, muévete y realiza ejercicios al menos tres veces por semana. Evita el sedentarismo y fortalece las piernas. Si andas un poco perdido sobre qué tipo de actividad física es recomendable para iniciarte en el deporte blanco, aquí encontrarás diferentes ejercicios para esquiar mejor. Aunque no lo olvides, también es importante tener hábitos saludables, todo suma.

Conocer, disfrutar y respetar el entorno natural

La montaña en invierno (y en verano) es un lugar idílico para disfrutar de los magníficos paisajes, de la buena compañía y hacer deporte. Cuando un principiante afronta el reto de aprender a esquiar, le surge un problema capital: el miedo. Para superarlo, aquí te explicamos algunos trucos y técnicas para superar el  miedo a esquiar. Piensa en que hay personas que superan los 80 años y siguen esquiando, por lo que la forma física es importante pero no tan limitante como se pueda creer.

Principalmente, es cuestión de técnica y de ensayo-error. Afronta el reto con una sonrisa, disfruta del entorno natural y de la experiencia de altitud. Por cierto, para esquiar con seguridad y respeto al resto de practicantes, es necesario conocer las normas de la estación de esquí. Normalmente son las mismas que la normativa FIS y es necesario conocerlas (y respetarlas) para no tener un accidente o hacer daño a otro practicante.

Descubrimiento guiado

Si quieres aprender a esquiar, lo ideal es hacerlo tomando clases de esquí. Pueden ser en un formato de cursos de esquí colectivos -normalmente más económicos- o clases particulares de esquí que tienen un coste más elevado. Confía en los profesores de esquí titulados. Cuentan con una formación reglada de Técnico Deportivo en Esquí Alpino.
Son profesionales que tienen vocación por la enseñanza técnica y práctica del esquí.
Además de esquiar muy bien son personas divertidas, sociables, grandes comunicadores, empáticos y responsables. Con ellos descubrirás las virtudes del esquí sin tener miedo de lesiones dado que priorizan la seguridad en toda la progresión de aprendizaje.

Evita en la medida de lo posible que te enseñe una persona que no es profesor de esquí. Es poco probable que aprendas a esquiar bien, si la persona que te inicia en este deporte es un conocido, un amigo o incluso tu pareja. Es muy típico cometer este error, dado que se adquieren malos hábitos que después es más complejo corregir. No olvides que una cosa es ser buen esquiador y otra muy diferente es ser un docente, conocer la progresión técnica, saber demostrarla correctamente y saber transmitir el conocimiento de forma clara, concisa y adaptada a las necesidades individuales de cada persona.

Progresión técnica del esquí alpino para principiantes

Para aprender a esquiar, siempre deberás empezar por lo más sencillo e ir progresando en dificultad. Deberás comenzar por «conocimiento del medio y del material» o lo que es lo mismo, ¿qué es el esquí?. Puede parecer una pérdida de tiempo, pero si eres principiante, es necesario empezar por lo más básico. Descubrir qué es una estación de esquí, la distribución de las pistas, los remontes, el forfait de esquí, el material y los diferentes tipos de esquís que existen te ayudará a entender mejor qué hacer en cada momento.

A continuación os presentamos la progresión que debería realizar cualquier esquiador principiante. Existen diferentes métodos y progresiones posibles. Nosotros no pretendemos sentar cátedra, simplemente os exponemos el que consideramos más adecuado. Sin embargo cada profesor de esquí, elige el método que considera más apropiado en función de múltiples factores como pueden ser las condiciones meteorológicas, el número, nivel y edad de los alumnos, las características concretas de la zona de principiantes de la estación, la experiencia profesional del profesor, el material del que se dispone para facilitar la iniciación deportiva, …

1. Adaptación al material y al entorno

Conocer el material que vamos a utilizar, es indispensable para iniciarse en el esquí alpino. Saber cuáles son las partes del esquí y sus tipos, cómo se abrochan las botas de esquí o como coger las bastones tomará solamente algunos minutos pero será sumamente útil. También te será muy útil saber cómo funcionan las fijaciones de los esquís. Llegado el momento, te ayudará a saber ponerte y quitarte los esquís sin necesitar ayuda.

El profesor de esquí también podrá dedicar un mínimo de tiempo a explicar el sistema por capas para no pasar frío en la nieve, si os conviene alquilar o comprar el material de esquí, la utilidad del casco de esquí, la protección solar, las cosas que es recomendable llevar en la mochila de esquí, los tipos de guantes de esquí que existen o incluso darte algunas recomendaciones sobre si llevar gafas de sol o cómo elegir la máscara o gafas de esquí.

2. Desplazamientos por un plano

Después de conocer el material deberás ponerte los esquís en una zona plana sin pendiente. El primer reto será mantener el equilibrio sobre los esquís para después aprender a deslizarlos sobre la nieve, dar pasos laterales y ayudarte de los bastones para desplazarte. Existen multitud de juegos y ejercicios que se pueden realizar en un plano, que te ayudarán a aprender la posición básica del esquí. Interiorizar dicha posición correctamente, es fundamental para después progresar rápidamente, asimilando los conceptos básicos en un entorno seguro sin riesgo alguno.

Una vez que se asimila qué representa tener unos esquís en los pies, la disposición y uso del material de esquí, los movimientos básicos, caerse y levantarse de la nieve y la posición de base del esquí, deberás afrontar el reto del descenso directo.

2. Descenso directo

Consiste en descender una ligera pendiente que termine en una contrapendiente. Para empezar, deberás subir una pequeña pendiente en escalera, desplazando tus esquís en paralelo y clavando los cantos de tus esquís contra la pendiente. Después orientar los esquís hacia la línea de máxima pendiente y deslizar con los esquís paralelos para frenar en una contrapendiente sin tener que hacer nada para reducir la velocidad. En esta fase aprenderás a distribuir de forma homogénea los pesos entre ambas piernas y disfrutar de la sensación de deslizar por la nieve realizando un descenso recto, sin virajes.

3. Cuña

El gesto técnico de la cuña, sirve para frenar. Es el método más básico para reducir la velocidad o frenar completamente. Consiste en separar las piernas e inclinar las tibias hacia el interior, haciendo que los cantos interiores de los esquís rocen contra la nieve haciendo que se reduzca la velocidad de descenso hasta llegar a pararnos. El reparto de peso deberá ser homogéneo entre ambas piernas para frenar en línea recta. La posición básica del esquí se deberá mantener en todo momento, evitando retrasar el peso hacia atrás o mantener el cuerpo demasiado erguido.

5. Virajes en cuña

Para deslizar en la dirección deseada y moderar la velocidad, nada mejor que realizar giros o virajes en cuña. Realizaremos el gesto técnico de la cuña pero esta vez el reparto de peso no será homogéneo entre ambas piernas. El concepto teórico de los giros en cuña es sencillo: si quieres realizar un giro hacia la derecha, deberás cargar más peso en el esquí izquierdo. Si quieres girar hacia la izquierda, deberás incrementar el peso en la pierna derecha.

La virtud de esta técnica es que ayuda a frenar constantemente, permite cambiar la orientación de los esquís y de esta forma, dirigirte hacia un lado u otro de la pista. Cabe destacar que el gesto de la cuña, al principio resulta molesto en la articulación de la cadera dado que a la vez que abrimos las piernas, realizamos una rotación interna del húmero e inclinamos las piernas hacia el interior.

Este gesto puede generar cierta tensión óseo muscular en la zona de la cadera. No te preocupes, es normal. Cundo sigas progresando harás uso de otras técnicas para girar y frenar, pero antes, debes ser capaz de ejecutar perfectamente el recurso de la cuña. Es indispensable frenar y girar en cuña de forma eficaz, sin perder la posición básica, para aprender a esquiar bien.

Esperamos que con estas breves indicaciones, te animes a aprender a esquiar este invierno. Recuerda que los consejos y progresión que te hemos indicado, no sustituyen en ningún caso el aprendizaje que obtendrás de un profesor de esquí titulado. Respeta la montaña, los otros esquiadores y snowboarders, presta atención a la señalización, se prudente y disfruta la máximo de la experiencia.