La ciencia que analiza los volcanes, es la Vulcanología. Se dedica al estudio de los volcanes así como sus erupciones, estructura y origen. También estudia la petrología, una de las ramas principales de la geología que se ocupa del estudio de las rocas. La que se se centra más en las rocas del interior de la tierra es la petrología endógena. La apasionante vulcanología, se ocupa también de los efectos que los fenómenos volcánicos ejercen sobre la atmósfera, así como el aporte de elementos químicos sobre la Corteza terrestre y los yacimientos minerales vinculados.
El volcán tiene en su punto más alto el cráter, el orificio por donde sale el magma a la superficie terrestre. Su característica de cono invertido, no invita a aproximarse demasiado por el evidente riesgo de caída y de inhalación de ceniza volcánica o esmog volcánico.
Para esquiar en un volcán, hay que alejarse de la zona del cráter y descender por el cono volcánico. Las laderas de un volcán, con forma de cono truncado alrededor del cráter, está compuesto por la acumulación de erupciones pasadas y normalmente su inclinación decrece de forma progresiva.

Los volcanes son lugares ideales para esquiar

Desde el punto de vista morfológico, los volcanes son lugares ideales para esquiar sobre todo si presentan una altitud muy elevada. Algunos pueden alcanzar más de 6000 metros, como el Nevado Ojos del Salado situado en los Andes que es el volcán más alto del mundo. 
Si deseas esquiar en España en un volcán, seguramente estés pensando en el Teide, dado que es el tercer mayor volcán de la Tierra desde su lecho oceánico y cada invierno, deja estampas de nieve que hacen soñar a todos los apasionados del esquí y del snowboard. Sin embargo, el Teide forma parte de la red de Parques Nacionales de España desde 1954 en reconocimiento a su singularidad volcánica y biológica. Es el mayor y más antiguo parque nacional de las Islas Canarias y existen multitud de restricciones en sus casi 19.000 hectáreas. Entre ellas, existe la limitación de la práctica del esquí a carreteras asfaltadas o pistas forestales que estén cerradas al tránsito.

¿Qué tiene de especial esquiar en un volcán?

Esquiar en los volcanes tiene varias particularidades. Suelen ser muy empinados en las zonas más próximas al cráter y disminuye su gradiente de forma progresiva según desciende la cota. Esta variación progresiva de pendiente, ofrece un gran surtido de opciones de descenso en función del nivel, así como un gran cúmulo de sensaciones que nos harán vibrar al deslizar las laderas del volcán.
esquiar volcan
Gracias a la forma cónica de los volcanes, su exposición al sol es muy buena y homogénea teniendo unas condiciones para esquiar ideales, tanto a nivel de temperaturas como de poder deslizar por las montañas de un volcán con un entorno soleado. Sin duda otro de los puntos fuertes de deslizar por un volcán, es disfrutar de los paisajes diversos y prístinos que ofrece.

Esquiar en los volcanes de Chile

Desde el Norte hasta el Sur, la Cordillera de los Andes representa la cadena volcánica más larga del mundo y está llena de tesoros naturales. Y si tenemos que hacer un paréntesis, sin duda el país de las tortillas de rescoldo, del Choclo, el Manjar y la Marraqueta tiene mucho que decir.
Y es que Chile, además de tener el desierto más árido del planeta también tiene numerosos volcanes que son esquiables. Entre los volcanes más importantes del Chile picante, se encuentran el Volcán Antuco y el Volcán Villarrica, situados en el centro de sus 756.950 km².
Son dominios esquiables compuestos de 15 pistas y una gran variedad de servicios asociados (restaurantes, alquiler de material, clases de esquí…).
Para gran parte de los mortales, la presencia de un volcán ya resulta especial, pero si además el volcán está rebosando nieve por sus laderas, el paisaje es realmente de ensueño.
Los volcanes de Chile son destinos turísticos famosos atrayendo visitantes del mundo entero e incluso pruebas extremas. El volcán Antuco recibe todo tipo de púbico, desde visitantes  a pie que se quieren hacer una foto para instagram, hasta para esquiadores expertos. Chile tiene volcanes para todos los gustos. Los más atrevidos disponen de un Snowpark en el Volcán Osorno pero además tiene una pista de trineo preparada y adecuada para que disfruten los más pequeños de sus primeros deslizamientos.
esquí volcan Pucón
Imagen: estación esquí Pucón
¡Una buena inyección de adrenalina! como la que se vivió con la erupción en Nevados de Chillán, el pensar que debajo de la nieve que pisas, hay lava a temperaturas altísimas realmente puede poner los pelos de punta a todo aquel que no esté acostumbrado. Pero realmente, todo es como en una estación de esquí tradicional, pero en un volcán. Lo realmente importante es conocer el estado del volcán según su actividad: activos, durmientes o inactivos o extintos.
Hay volcanes como el Osorno, que abren cada temporada sin mayor incidencia, pero no siempre es así. La estación de Pucón, situada en las pendientes del Volcán Villarrica, tuvo que permanecer cerrada en el pasado por culpa de una erupción del Volcán Calbuco. Dicho volcán fue bautizado así por el poblado de Calbuco, ubicado en una isla de Reloncaví. Este nombre proviene de las voces mapuches kallfü ‘azul’ y ‘agua’ y el significado sería «agua azul».
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Imagen: estación de esquí Volcán Antuco
La actividad del Volcán Calbuco es sorprendente y antes de la temporada de invierno 2015, la zona pasó a alerta naranja por registros anormales en la actividad del volcán. La estación de esquí no podía abrir sus pistas debido a dichas erupciones que impedían que la actividad de la estación de esquí se desarrollara con normalidad.
Como explicó Gonzalo Pérez, el gestor de la estación de esquí de Pucón en esos periodos de actividad volcánica :
«Estamos viviendo un momento complejo pues nuestra intención siempre fue abrir las puertas del centro de ski, entendiendo que su funcionamiento es importante para el desarrollo del turismo en Pucón. Desde el primer momento nos pusimos en contacto con las instancias locales, regionales y nacionales competentes para obtener las autorizaciones necesarias. Sin embargo, las condiciones de riesgo impiden que podamos operar con normalidad y aún no existe certeza de cuándo se levantará la alerta»

Esquiar en un volcán en America del Norte: Mount Shasta Ski Park

La estación Mount Shasta Ski Park está situada en California en los Estados Unidos. Es una de las estaciones de esquí más grandes de la zona, con 32 pistas. Sus pistas están situadas al este de la Interestatal 5, entre la ciudad de Mount Shasta y el núcleo urbano McCloud.

La zona de esquí se encuentra a unos 9,7 km al sur de la cima del Monte Shasta, de 4.322 m de altura, el segundo volcán más alto de la cordillera Cascade, por detrás del Monte Rainier. Se encuentra a caballo entre varios pequeños contrafuertes volcánicos en los flancos inferiores de este gigantesco estratovolcán. Los apasionados del esquí encontrarán tres telesillas triples que suben a la cima de Coyote Butte (2.100 m), Douglas Butte (2.000 m) y Marmot Ridge (1.870 m). A pesar de existir pocos remontes mecánicos, la superficie total esquiable supera los 425 acres o 1.7 kilómetros cuadrados.

esquiar en un volcán
Imagen: volcán nevado en Chile
Esquiar en los volcanes de Francia: Lioran

Cuando pensamos en Francia, rápidamente nos viene a la imaginación la Torre Eiffel de París y si pensamos en esquí, pensamos en Pirineos y en Alpes. Pero el hexágono francés esconde múltiples sorpresas y hoy os vamos a enseñar una de ellas. Antes de nada, afirmaros que el título está bien: en Francia hay volcanes y se puede esquiar.

Aunque esta práctica sea poca conocida, el esquí en los volcanes existe también en Auvergne. Por ejemplo, la estación del Lioran, situada en el corazón del parque regional de los Volcanes de Auvergne ofrece 44 pistas repartidas en 60 kilómetros y 18 remontes mecánicos.
El famoso volcán siciliano Etna, el más alto de Europa, tiene también una estación de esquí en sus laderas. Un dominio esquiable excepcional que ofrece paisajes increíbles de Sicilia y sus costas mediterraneanas. Como guinda que adorna el postre, podremos observar desde sus cumbres las islas eólicas, consideradas como una de las zonas volcánicas más extraordinarias con el Stromboli y la pequeña isla de Vulcano.
«Después de una erupción, el suelo queda caliente en profundidad durante 2 o 3 años e impide que la nieve permanezca con un manto nivoso de calidad»
Su actividad imprevisible, provocó que la estación del Etna fuese enteramente reconstruida después una erupción devastadora en 2002. Estas erupciones perjudican a la preservación de los dominios esquiables porque los suelos queden calientes en profundidad durante 2 o 3 años después la erupción e impiden que la nieve permanezca con un manto nivoso suficientemente importante como para poder abrir las pistas después de una erupción.