Entrevistamos a una de las personas más destacadas del mundo de la nieve en España y Andorra. Os presentamos a Martí Rafel Herrero: un amante del esquí de los pies a la cabeza. Dentro del sector, lo ha hecho prácticamente todo.
No queremos hacer espóiler, pero os podemos adelantar que ha participado en mundiales, ha sido olímpico, demostrador, ha dirigido durante décadas escuelas y estaciones de esquí y ha organizado competiciones y eventos internacionales. Actualmente, es director general de NOZAR Hotels & Resorts.
¿Quién es Martí Rafel Herrero?. ¿Cuál es tu vínculo con el mundo de la nieve y cómo ha sido tu evolución profesional?
Martí Rafel Herrero: Nací en Barcelona, pero soy un auténtico xarnego. Mi padre nació en un pueblito del Pirineo, Arén (Huesca), y mi madre en Tánger (Marruecos). El caso es que mi madre estudió en el liceo francés y siempre hizo mucho deporte. Mi padre no, pero fue un hombre muy espabilado: con 12 años ya estaba trabajando en Barcelona. El generó los recursos suficientes para que, gracias su sacrificio y a la pasión de mi madre por el deporte, yo fuera un afortunado y pudiera calzarme unos esquís desde muy joven.
Empecé a esquiar a los 2 años, en el Valle de Nuria. Evidentemente, yo no lo recuerdo, pero lo dice mi madre y me lo creo, ¡claro!. Con 5 años comencé a ir a La Molina con mis hermanos y allí empecé a construir mi relación de amor con el mundo de la nieve.

Mi padre murió muy joven, con 47 años, cuando yo tenía solo 14. El profesor de esquí de mi madre, Lay Gaínza, se convirtió en mi referencia en el mundo de la nieve y más allá. Él era uno de los pioneros del freestyle, y yo con 14 años, un poco embobado, me puse a su rebufo y empecé a competir ya de jovencito. Con 16 años gané mi primer Campeonato de España absoluto en la disciplina de ballet, en el año 1981, en Formigal.
¿En qué disciplina fuiste una referencia en los deportes de invierno?
Martí Rafel Herrero: El esquí artístico o acrobático, internacionalmente conocido como Freestyle Skiing, constaba en esos tiempos de tres disciplinas bien definidas: el Ballet, los Baches y los Saltos. Los “valientes” que competíamos en las tres disciplinas optábamos también por la Combinada. Yo fui de los pocos que aguanté el tipo hasta que me retiré en el 92, después de participar en la prueba de Baches de los Juegos Olímpicos de Invierno de Albertville 92 en Francia.
Participé en la prueba de baches porque fue la única prueba Olímpica al 100%, quedando el ballet y los saltos como mera demostración. En el 88, en Calgary, las tres disciplinas habían sido demostración por primera vez en la historia de este deporte. Yo tuve el privilegio de ser invitado por la FIS y el Comité Olímpico Internacional para participar en la prueba de Ballet ya que, en ese entonces, me colaba en muchas finales de las pruebas de la Copa del Mundo. Guardo con mucho cariño mis diplomas Olímpicos de Calgary 88 y de Albertville 92.
El ballet era fácil de entrenar con poca nieve, ya que con los bastones podías practicar los movimientos gimnásticos en un parque en Barcelona o donde fuera. Se necesitaban pocos recursos, de manera que el ballet era la disciplina que mejor se me daba, aunque, como te he comentado, competí en las tres disciplinas hasta el final de mi carrera deportiva.
Muchos atletas, al finalizar su trayectoria deportiva, les cuesta tener una salida profesional. ¿Cómo lo hiciste?
Martí Rafel Herrero: Pues yo diría que soy una de las excepciones que confirman la regla. Tuve la mala suerte, que se convirtió luego en la buena suerte, de no disfrutar de muchos recursos para entrenar y competir. Ser esquiador en España siempre ha sido difícil a nivel profesional, incluso para los que se han dedicado al esquí alpino. Pero fíjate que te estoy hablando de que mi primer campeonato internacional junior fue en la temporada 79-80.

Viví, en gran medida, la evolución de este deporte; desde el Hotdog cuando dependía de asociaciones nacionales y de una asociación europea hasta su integración en la FIS, y todo el proceso para convertirse en deporte olímpico.
«Era esquiador, español y me dedicaba al freestyle; eso en aquella época era imposible.»
Lo que pasó fue que de los 12 años que yo estuve compitiendo sólo pude dedicarme 100% a entrenar y competir durante los últimos 4. Los otros 8 fueron a pulmón.
Siempre tuve que trabajar y me tuve que formar, en paralelo a mis entrenamientos y participaciones en competiciones. Casi siempre en trabajos relacionadas con la nieve porque era lo fácil y lo que me separaba menos de mi objetivo principal que era la competición de esquí.

Eso me hizo tocar todas las teclas en el mundo de la nieve: fuí profesor de esquí, director de escuela de esquí, promotor, comercial de una distribuidora que luego se convirtió en filial…
Esta distribuidora fue pionera en la venta de esquís en España. Vendíamos los esquís fisher, las fijaciones tyrolia, las botas dynafit y mil complementos. Luego esa distribuidora cerró y pasé a trabajar para la filial de Head, que era Head Tyrolia Mares (HTM). Colaboré con medios de comunicación y con programas de televisión, pero siempre con el esquí, dando consejos de técnica.
También la revista Solonieve, que la ideó y lideró Curro Bultó. Antes de concebir la revista ya nos juntamos porque nos conocíamos por el esquí artístico, él sabía que yo tenía muchos contactos y conocimiento del sector, por lo que me siento un poco cofundador con él de la revista. También participé en otros catálogos que se hicieron como Pixel Nieve, la Guía Slalom y tantos otros. Colaboré con muchas empresas y personas porque al final me tenía que ir buscando la vida. Así que me tocó trabajar y formarme profesionalmente en paralelo a mi carrera deportiva.
Después de colaborar con medios pasas a la gestión de estaciones de esquí. ¿Qué es lo que te invita a dar ese salto?
Martí Rafel Herrero: Podemos decir que ya había hecho de todo en la nieve. En verdad, estaba un poco “cansado”, por lo que tenía claro que solo volvería a una estación de esquí si era como director, que era lo único que no había hecho hasta ese momento.
Entonces a un buen amigo, y maestro, con el que habíamos coincidido cuando era Director General de la estación de esquí de Boí Taüll, Miguel Medina, le hicieron una oferta en Andorra para asumir la Dirección General de Pal Arinsal y me propuso ir con él. Acepté y fui el Director de Servicios Generales de la estación hasta la creación de Vallnord, la unión de Pal Arinsal y Ordino Arcalís, asumiendo la Dirección General durante casi 10 años.
Dentro de todos los proyectos que has llevado a cabo, ¿de cuál te sentirías más orgulloso?
Martí Rafel Herrero: La verdad que me considero un afortunado. Siempre he disfrutado lo que hacía y tengo gratísimos recuerdos de todos los trabajos que he hecho. Qué se yo, el primer Ski Show en Barcelona, cuando vino Alberto Tomba, entre otros muchos campeones y campeonas del mundo, para participar en el espectáculo y deleitarnos con una última bajada con Blanca Fernández Ochoa en el Palau Sant Jordi con más de 10.000 personas.
Los promotores del evento fueron Joan Cuscó y Xavier Bartrolí de S2 (actualmente Octagon), una de las empresas de referencia en los eventos deportivos indoor. Me contactaron a través de Toni Real de Temps de Neu. Querían fabricar nieve y hacer un evento de Freestyle en Barcelona. Al principio no les tomé en serio, porque como buen esquiador siempre nos pensamos que sabemos más que nadie (risas). Me preguntaba, ¿cómo vamos a fabricar nieve en Barcelona a 20º con la humedad que hay?. Me pidieron por favor que escuchara a los ingenieros, como lo iban a hacer y me lo explicaron. La verdad, vivir ese proyecto, conseguir hacer nieve y organizar ese espectáculo fue muy intenso.
Pero como esto puedo contarte mil cosas. También he sido profesor de esquí, he sido director de una escuela, cree una escuela de esquí en Bariloche y fui demostrador, profesor de profesores, con Eduardo Roldán en la Escuela Española de Esquí.

Creo que lo he hecho todo. En competición participé en varios Mundiales y en dos Juegos Olímpicos. He colaborado con muchos medios de comunicación. Pero mira, de verdad, si me quedo con algo prefiero que sea algo reciente. Aunque te pueda parecer raro, me quedo con la liquidación de la empresa Promocions Turístiques de la Vall. El grupo propietario de las estación de esquí de Boí Taüll y del conjunto residencial del Pla de l’Ermita, con los que sigo colaborando en el complejo turístico del Balneario de Panticosa, y que se vieron forzados a liquidar la sociedad. Creo que ha sido lo más gratificante que he hecho.
Conseguimos que nadie perdiera su lugar de trabajo. Una parte del equipo continua vinculado a la estación, que ha quedado en manos de la Generalitat de Catalunya bajo la tutela de FGC, y el resto, los que trabajaban en el complejo hotelero, fueron subrogados por GestBoí, la empresa que finalmente se quedó con los activos del Pla de l’Ermita. Para las gentes de la Vall de Boí esta fórmula ofrece garantías de continuidad y sostenibilidad en el tiempo, de manera que también están satisfechos con la solución. Esto es algo relevante, si algo necesitaba Boí Taüll era estabilidad. Creo que ha sido algo bonito, complicado pero bonito.
Si tuvieras una lista de deseos para la industria de la nieve en España, ¿cuál sería?
Martí Rafel Herrero: Que se pueda consolidar de una forma sostenible.
Esto justo se relaciona con la siguiente pregunta. ¿Hacia dónde va la industria?. ¿Cómo vamos a conseguir la sostenibilidad y hacer frente al cambio climático?
Martí Rafel Herrero: Pues como soy optimista por naturaleza creo que va por el buen camino. Creo que la Covid a pesar de todo lo negativo que ha traído (no podemos obviar las miles de muertes, los que aun arrastran secuelas, los esfuerzos inhumanos de los sanitarios, el desastre económico,…), ha ayudado a reflexionar mucho sobre varias cosas.
Siempre he defendido que, en el sector turístico de la nieve, somos los primeros conscientes de lo que está pasando: vivimos de la naturaleza y de la montaña. Desde fuera a veces parece que hacemos cosas agresivas contra el medio natural. Por supuesto que se han cometido errores, sobre todo con el permanente consumo y generación de residuos, pero en el sector se es perfectamente consciente y se cuida mucho el entorno pues es de lo que vivimos.
«El futuro del esquí, no está en el turismo de masas»
Hoy en día la nieve producida que hay en las estaciones se produce con agua y aire. Además es bueno, porque como sabes la nieve es una reserva de agua importantísima.
El agua que proviene de la nieve, como reserva, es mucho mejor que la de lluvia, sobre todo cuando cae de forma torrencial llegando al mar sin generar ningún beneficio. La nieve es una reserva de agua que se va fundiendo de forma progresiva, va filtrando en el terreno, alimenta los arroyos y ríos, repercutiendo de forma muy positiva en el medio natural y en ciclo del agua.

En verano, en las estaciones de esquí, se puede observar que los prados más verdes son aquellos donde hay nieve producida durante el invierno. La nieve producida, es un tipo de nieve muy compacta, con poco oxígeno que perdura en el tiempo y respeta el medio ambiente al producirse exclusivamente con agua y aire a presión.
Hay una conciencia natural en el sector turístico, no solo en la nieve, de que el futuro no es el turismo de masas. Y yo creo que esto va a ser una de las claves del futuro del esquí. Hay que tener un número razonable de visitantes, para amortizar las inversiones, pero hay que tender a modelos de más calidad y afrontar la solvencia con los servicios asociados, como el de la restauración, el après-ski y muchas otras actividades más allá del esquí.
Estamos viendo que en el extranjero se está implementando el blockchain, los Token, así como las critomonedas como medio de pago. ¿Piensas que se va a implantar en los dominios esquiables?
Martí Rafel Herrero: Pues mira, con esta pregunta me invitas a hablar de algo que no hemos comentado todavía, la tecnología. Y sí, claro. El turismo de nieve no es algo ajeno a lo que está pasando y a las tendencias. Y ahora hay muchas plataformas como Skitude, Liftopia y muchas otras con propuestas tecnológicas muy interesantes que buscan dar soluciones. Pero lo cierto es que no es que vaya a llegar, es que ya está aquí.
Después de tantas cosas que has hecho, ¿cómo te ves dentro de 10 o 15 años?
Martí Rafel Herrero: De joven teníamos una casa en la Costa Brava. Hice mucha vela ligara (Optimist, Vaurient, 420, 470, windsurf…). Por eso uno de mis sueños desde jovencito era dar la vuelta al mundo en un velero, y no lo pude realizar porque en la vida, cuando eres un afortunado hay que elegir. Y finalmente elegí la nieve y la montaña.

Por suerte, en el 2015 pude comprar un velero y ahora estoy súper metido en el tema de la navegación. Y la verdad que llevo 6 años navegando más que esquiando.
«para mí La vela, es como un volver a empezar»
No soy el único esquiador que vira hacia el mar. Por ejemplo Aurelien Ducroz, doble campeón del mundo del FWT está haciendo la Transat con un clase 40 gracias al patrocinio de Crosscall. La vela, para mí, es como un volver a empezar. Así que te aseguro que en el futuro, si la salud me lo permite, me dedicaré a navegar muchas millas y a curtir mucho barco.