La primera palabra que nos viene a la mente cuando pensamos en escaparnos a la montaña es «desconexión». Este verano, la naturaleza de Alpe d’Huez nos acoge para sesiones de Vinyasa Yoga y Hatha Yoga atemporales, como terapia contra el estrés y las preocupaciones que nos acompañan en nuestra vida cotidiana.
El yoga, un ejercicio que alcanza cimas.
En los últimos años, este antiguo arte llegado de la India se ha hecho cada vez más popular. A partir de ahora, es posible encontrar clases de yoga en casi todas partes. Incluso en las montañas. Este es específicamente el caso de Alpe d’Huez, que ofrece una clase de yoga en la cima del Pic Blanc, a 3.300 metros de altitud.
¿Cuáles son los beneficios del yoga en altitud?
- Una mejor oxigenación. La respiración es un factor fundamental en una buena práctica de yoga. La montaña, con su flora y su alejamiento de la contaminación de los coches, ofrece un aire puro. Un combustible de calidad para nuestro cuerpo y nuestra mente.
- Beneficiosos estímulos sensoriales. El sonido de los pájaros, del agua, sentir la brisa o incluso ver una hermosa puesta de sol nos inspira, nos relaja y nos renueva por dentro. Una experiencia realmente agradable que enriquece nuestra formación.
- Concentración. Los ojos cerrados y la concentración sobre el entorno natural, permiten escuchar y detener nuestros agitados pensamientos. La mente se expande, mejorando así la práctica del yoga.
- Mayor fuerza y equilibrio. Las posturas estables en terrenos irregulares pueden ser un reto. ¡Nuestros músculos trabajan mientras nos divertimos!
- Similitudes inspiradoras. El yoga está lleno de posturas basadas en el entorno natural: la montaña, el árbol, el perro, el gato, la vaca, el pez… Y no es casualidad, ¡qué mejor lugar para inspirarse que la propia naturaleza!
- Energías vitales. La esencia de todos los ejercicios de yoga es el flujo de energía vital, llamado prana en sánscrito. Al estar descalzo en la montaña y en contacto con el suelo, se absorbe la energía de la tierra, permitiendo que las energías positivas sustituyan a las negativas.
Vinyasa Yoga y Hatha Yoga en Alpe d’Huez
Alpe d’Huez es uno de los mayores dominios esquiables de Francia, es conocido por su mítico Pic Blanc a 3.300 metros de altitud, pero también por su amplia gama de actividades. Así que, ¿por qué no disfrutar de una mezcla de ambos?

El yoga es la actividad perfecta para combinar con el verano. Como complemento de las vacaciones y como descanso de la vida cotidiana, el yoga es una actividad que os ayudará a intensificar su desconexión. Da paz y tranquilidad interior, ayuda a reducir el estrés causado por la vida cotidiana y ayuda el cuerpo y la mente a equilibrarse.
Las clases de Yoga Vinyasa en el Pic Blanc son impartidas por profesores de yoga certificados. El complejo ofrece sesiones individuales o en grupo, abiertas a todos, sin necesidad de un nivel mínimo. El Vinyasa Yoga es un yoga energético, basado en una sucesión de posturas, que permite ganar movilidad, flexibilidad, trabajar la respiración y la alineación del cuerpo. La clase siempre termina con una merecida sesión de relajación/meditación.

Las salidas tienen lugar todos los martes y viernes por la mañana. La subida al Pic Blanc se realiza en teleférico a las 9:30 horas. La clase de yoga comenzará a las 10:20 horas. A continuación, realizaréis diferentes posturas de yoga (adaptadas según vuestro nivel) durante 45 minutos. Las clases de Vinyasa Yoga incluyen asanas o posturas físicas, pranayamas o ejercicios de respiración, así como meditación y relajación. Se os ofrecerá una bebida caliente antes de descender, dejándoos tiempo para admirar el paisaje. Desde la cima del Pic Blanc, la vista panorámica sorprenderá a grandes y pequeños.
Clase de yoga en la montaña: reconectar con la naturaleza y con uno mismo
Son muchos los beneficios del yoga en altitud, y hay quien dice que se multiplican por diez en la montaña. La práctica de esta antigua disciplina en las montañas ha demostrado ser muy beneficiosa para la relajación y el rejuvenecimiento, pero también para mejorar la salud física y mental. Las sesiones de yoga en Alpe d’Huez, en un entorno de montaña, ofrecen la posibilidad de vivir una experiencia inolvidable, más allá de la mente y las emociones.
Aprenderéis los verdaderos principios del yoga, mientras disfrutaréis de un contacto privilegiado con la naturaleza. Frente a la velocidad de la vida moderna, esta disciplina se ofrece como un antídoto que nos permite relajarnos y evadirnos. Por un momento, podéis estar en comunión con la montaña, escuchar sus sonidos, respirar su aire puro y relajaros. Dejad a un lado vuestros problemas y preocupaciones y desconectad del estrés y la ansiedad provocados por el trabajo, las responsabilidades, las obligaciones…
El hatha yoga en la montaña es sin duda una de las mejores formas de conectar con uno mismo. De hecho, las actividades de montaña tienen un impacto positivo en nuestro cuerpo y nuestra salud. Disminuye la presión arterial, reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares, reduce la ansiedad, la fatiga, el estrés e incluso la depresión. Hay tantas buenas razones para empezar a hacer yoga.

La postura de la montaña… ¡A más de 3 000 metros de altitud!
El yoga tiene sus orígenes en la naturaleza y muchas posturas llevan el nombre de algunas de la madre naturaleza. Este verano, descubriréis la postura de la montaña o Tadasana. De pie, con los hombros relajados, debéis llevar las manos al pecho con la columna vertebral recta y la mirada al frente. Al respirar, el pecho se expande y los hombros se abren, dando una sensación de espacio. Cerrad los ojos y respirad lentamente y profundamente 10 veces.
La montaña de Alpe d’Huez os ofrece el escenario y la postura (de yoga), ¡ahora os toca inventar la estancia que la acompaña!
Información y reservas para Vinyasa Yoga y Hatha Yoga, pinchando AQUÍ.
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