La mochila de esquí esconde numerosos secretos y características, que nos serán de suma utilidad en una salida a la montaña y a la nieve. Es el acompañante imprescindible del esquiador, en una salidad de skimo (esquí de travesía) o fuera de pista.
Si vamos a estar en las pistas de una estación de esquí, quizás no necesitaremos llevar una mochila dado que normalmente los dominios esquiables ofrecen todos los servicios que podemos necesitar. Sin embargo, si queremos realizar una salida de skimo o adentrarnos en el fuera de pista, la utilidad de la mochila se vuelve casi imprescindible.
La mochila de esquí deberá incorporar al menos, los elementos de seguridad obligatorios, así como los equipos técnicos y de vestimenta necesarios para realizar la excursión en total seguridad. La mochila es un elemento sumamente útil (e imprescindible) cuando nos adentramos en actividades de montaña. Por ejemplo, gracias a sus sistemas de fijación externos, podemos sujetar los esquís cómodamente. Ya te explicamos los tipos de esquís más adecuados para deslizar en la estación y para descubrir nuevos territorios en el fuera de pista, pero por si acaso, queremos confirmarte que lo mejor para hacer excursiones será llevar esquís tipo allmountain o freeride con fijaciones de travesía. Dichas sujecciones exteriores permiten anclar otro tipo de material, sin que interrumpa nuestro ascenso. También puede servir como protección para la espalda en caso de una caída y para muchas otras cosas, pero vamos por partes.
Las marcas especializadas, ofrecen una amplia gama de mochilas que son adecuadas para el esquí, ya sea en una estación o en una actividad de montaña.
¿Estás preparado para conocer las características más importantes que debe reunir tu mochila de esquí? ¡Sigue leyendo!
Escoger bien la mochila de esquí para salidas fuera de las pistas
Nuestra elección de mochila, deberá tener en cuenta varios criterios que a continuación vamos a ir desglosando. Quizás debamos dejar a un lado nuestro afán estético y centrarnos en las características del equipo. Las mochilas de montaña o mochilas de esquí, presentan varias características que son muy útiles en un día de skimo o de excursión fuera de pistas.
Por ejemplo, el ajuste de la altura de la tapa, la asa de izado, las cinchas superiores de los hombros también llamados estabilizadores, las hombreras acolchadas y anatómicas, las cinchas de ajuste pectoral, los cinturones (superior e inferior), los ceñidores de balanceo del cinturón que ayudan a reducir el balanceo lateral o incluso los famosos colga dedos, que ayudan a ejercer presión con los dedos pulgares liberando el peso y manteniendo las manos por encima del corazón. Terminaríamos con las cintas de compresión, que nos ayudarán a cerrar la mochila, el porta esquís con el que podremos anclarlos sin que molesten mientras andamos o la cruceta anatómica, que permite distribuir los pesos de forma homogénea en las cintura escapular, liberando tensiones del trapecio y otros músculos del cuello.
En el caso de la mochila de esquí, ya has podido dilucidar que no vale cualquiera y que si queremos disfrutar de la montaña y del esquí en seguridad, deberemos de prestar especial atención a los siguientes puntos.
- Ergonomía
- Comodidad
- Capacidad
- Peso
- Sistema de airbag
- Complementos
También recomendamos encarecidamente que a poder ser que se intente buscar mochilas hechas de materiales sostenibles y/o de materiales reciclados, para ser más respetuosos con el medioambiente.
Ergonomía de la mochila de esquí
Si queremos evitar problemas y dolores en la espalda, el cuello, las cervicales y los lumbares, deberemos tener en cuenta si la mochila de esquí cuenta con un diseño ergonómico que se adapte a tus necesidades. Cuando portamos durante poco tiempo una mochila, no hay problema pero si la actividad deportiva se prolonga durante horas, tendrás que tener en cuenta las características ergonómicas de tu mochila de esquí. Es importante, dado que la carga que vas a tener que soportar en tu espalda deberá estar bien distribuida y adaptarse lo mejor posible a la curvatura de tu columna vertebral. Es realmente importante, porque una mala ergonomía puede acabar provocando problemas de espalda, de cuello o incluso de lumbares.
Fíjate en si presenta la posibilidad de regular las hombreras o cinchas superiores de sujección. También observa si el modelo que consideras oportuno, presenta un acolchado uniforme y si lleva cinturones delanteros. Estos últimos nos permiten fijar la carga contra el cuerpo, consiguiendo que el peso de reparta de forma más uniforme. Una de las reglas de oro, es que no exista espacio entre la mochila y nuestra espalda, quedando siempre bien ajustada.
Comodidad ante todo
Hablar de mocihlas, es hablar normalmente de dolor de espalda. Una mala elección, puede arruinar tu salida en montaña o incluso ponerte en peligro. La mochila debe ajustarse perfectamente a nuestro cuerpo, gracias al ajuste de todas y cada una de sus cinchas de sujección. Intenta distribuir la carga de la forma más homogénea posible, no dejes lo más pesado en la parte inferior dado que generará tensiones que no serán buenas, a largo plazo, en la salud de tu espalda.
Capacidad de tu mochila de esquí
Será difícil elegir una mochila de esquí que esté por debajo de un volumen útil inferior a 15 o 20 litros. Estas mochilas son ideales para una salida corta fuera de pista o en las inmediaciones de una estación de esquí. Son muy ligeras y livianas, siendo cómodas de transportar. Las mayores dificultades las encontrarás a la hora de cerrar la mochila al intentar que contenga (¡a la fuerza! …) cualquier prenda de abrigo.
Una mochila esquí con una capacidad promedio entre 20 y 35 litros puede ser la más adecuada, en términos de volumen útil, para todas las salidas de montaña de día. Es muy importante comprender la necesidad de elegir el volumen de tu mochila de esquí, en función del tipo de excursión y las necesidades de cada uno.
Existen mochilas de esquí de 40 litros, que son utilizadas para actividades de una jornada por personas que necesitan portear muchas cosas consigo. Las de volumen superior, de 40 a 65 litros son útiles cuando vamos a realizar una pernocta, ya que es necesario llevar otro material imprescindible, ya sea el saco, la funda de vivac, un hornillo para poder cocinar comida y bebida caliente, así como mucha más agua. Las de más de 65 litros, suelen ser muy pesadas y solamente se utilizan en travesías de muchos días, porteos en altitud y otras actividades de larga duración. En relación al volumen de tu mochila, irá el peso. Intenta reducir al máximo el número de enseres a portar, siendo los más pragmático posible.
Si puedes, siempre es recomendable llevar un Airbag para protegerte en caso en de avalancha.
¿Qué debes llevar dentro de tu mochila?
La mochila de esquí puede contener (lista no exhaustiva):
- Los elementos básicos de seguridad de un esquiador son: pala y sonda (el DVA se coloca directamente sobre el esquiador). Muchas bolsas tienen un compartimento específicamente dedicado a ellas, lo que facilita que sea muy accesible en una situación crítica de avalancha.
- Un “fondo de mochila” con materiales de repuesto técnicos: segundo par de guantes (pérdida, guantes mojados, etc.), gafas de sol de recambio (pérdida, caída, rotura, etc.) y ropa (gorro, capa interior térmica, etc.)
- Un pequeño botiquín de primeros auxilios.
- Protector solar y barra de labios.
- Un kit de reparación: llave multifunción (tipo leatherman), cinta adhesiva, cinta adhesiva fuerte (existe la posibilidad de pegarlo en una tira alrededor del bastón de esquí), cuchillo,…
- Un teléfono móvil con la batería bien cargada. Si dispones de un cargador externo o Power Bank que ocupe poco, no dudes en llevarlo.
- Documentos de identidad protegidos en una bolsa plastificada.
- Agua (cantimplora / termo)
- Víveres y comida energética.
- Radio de emergencia (en función de los macizos en los que estemos realizando la actividad)
- Un poco de dinero (efectivo y tarjeta de crédito)
- Una luz frontal pequeña (en caso de incidentes o retorno tardío)
Si estás realizando una ruta de esquí de travesía, deberás incluir en tu mochila:
- “Pieles de foca”
- Cuchillas (adaptadas al ancho del patín de los esquís)
- Papel higiénico o pañuelos desechables de papel.
Para los más aventureros, dependiendo del nivel técnico de la salida:
- Arnés
- Cuerda
- Mosquetones
- Descensor
- Piolets
- Crampones
- Enganches para hielo
- Cordones (2/3 metros de 6/7 mm)
Para los más previsores:
- Radio tipo «walkie-talkie» (contacto con los miembros del grupo según el relieve, visibilidad …)
En la mochila de un esquiador, si dispones de volumen suficiente, se puede contener todo el material que se enumera en este artículo, así como parte del material de ropa que usemos ese día y que querremos almacenar, como una chaqueta goretex, la primera o segunda capa térmica así como otros enseres.
Esperamos que te haya gustado el artículo que te ayude en tu próxima elección de mochila para el esquí. ¡Disfruta de la montaña!.
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