Es fácil para cualquier persona describir si tiene frío o calor. Pero si preguntamos a varias personas en la misma situación, seguro que las respuestas son muy variadas y que su sensación térmica, es diferente. Las condiciones del ambiente, que incluyen otras variables aparte de la temperatura, son también determinantes.
Para definir la sensación térmica tenemos que analizar dos parámetros. Por un lado las condiciones del cuerpo humano, y por otro las ambientales.

Condiciones del cuerpo humano. Comodidad térmica
Antes que nada hay que entender que el cuerpo humano se encuentra a una determinada temperatura (entre 36° y 37°), y que siempre se está produciendo un intercambio de calor con el ambiente para mantener esa temperatura.
Por ello, uno de los factores más importantes es el índice metabólico. Este se resume en el calor que genera el cuerpo (como disipación de energía) al realizar una actividad, ya sea dormir, caminar, correr o estar sentado.

Cuanto más energía se consuma, más calor se producirá y, por tanto, el cuerpo aguantará más el frío.
Otro de los factores es la pérdida de calor por contacto directo con aire frío. La piel y el pelaje de los animales tiene una función termorreguladora.
A medida que desciende la temperatura del aire, el riego sanguíneo superficial disminuye y la piel se enfría. Así, la temperatura de la piel y del aire se igualan, minimizándose la pérdida de calor. Como consecuencia de esto, el interior del cuerpo mantiene una temperatura y una sensación térmica adecuada, al producirse un pequeño “salto térmico” entre la piel y el interior.
Cuando mayor sea nuestra grasa corporal, la piel será más gruesa, y toleraremos más el frío.
El índice de indumento (la ropa y calzado que llevamos) hace de aislante térmico, por lo que actúa de forma similar a las funciones que desempeña la piel, haciendo que disfrutemos de una sensación térmica agradable.
Por ello, en las zonas propensas a ir desnudas como las manos o la cara, es donde tenemos mayor sensación de frío, y donde es más fácil sufrir congelaciones.

También es importante saber que las pérdidas por contacto con agua son mucho mayores que por contacto con aire. Por ello es muy importante que nuestra ropa evacúe bien el sudor, para que no se enfríe en contacto con la piel.
El último factor es la aclimatación del cuerpo. Si una persona que no está acostumbrada al frío se somete a este, su cuerpo va a reaccionar de una manera muy contundente. Por eso las personas que sean de regiones frías no tendrán frío en unas condiciones en las que otras de regiones cálidas sí lo van a tener.
Esto podemos observarlo cuando salimos de una vivienda al exterior. Al principio temblaremos y notaremos mucho frío. Pero cuando nuestro cuerpo regule su temperatura esa sensación térmica de frío desaparecerá.
Condiciones ambientales. Variables meteorológicas
Las condiciones ambientales son tres: temperatura, humedad y viento.
La temperatura que define este parámetro se denomina temperatura de globo y bulbo húmedo (TGBH). Esta es una combinación de la temperatura con otras variables como la radiación o la humedad relativa. Se utiliza para medir la exposición del cuerpo a ciertas actividades y se aplica en militares, deportistas o para evaluar las condiciones de un trabajo.

Su uso no es muy habitual ya que requiere de un termómetro de globo, y es común utilizar la temperatura del globo seco, que es la que se mide con un termómetro normal.
La humedad (heat index en inglés) es una variable muy utilizada en ambientes cálidos, a partir de los 27°. Cuando la humedad es muy alta, la sensación térmica puede aumentar varios grados, ya que el propio sudor se llega a evaporar en la piel. Se mide con el higrómetro y se expresa en porcentaje (%).
El viento (wind chill factor) se mide con el anemómetro y se expresa en m/s o km/h. Su función en la sensación térmica es la misma que la explicada anteriormente con la piel.
La capa de aire próxima a la piel que se mantiene en balance con el cuerpo es sustituida constantemente por aire frío, lo que hace que el cuerpo tenga que actuar todo el rato para regular esa temperatura.
Hay muchas fórmulas para estudiar esta variable, desarrolladas por organismos e instituciones de distintos países. Esta es la tabla correspondiente a la AEMET.