La pista de esquí Copenhill Green es un ejemplo increíble de lo que el hombre es capaz de hacer.

En un esfuerzo por tratar de preservar los ecosistemas y proteger el medioambiente, muchas estaciones de esquí han lanzado sus propias iniciativas verdes. Sin embargo, los daneses han decidido dar una vuelta de 180 grados al concepto de estación ecológica con la construcción de una pista de esquí artificial en la azotea de una planta de procesado de residuos no-reciclables que convierte estos en energía mediante su incineración.

Esta pista de esquí urbana, conocida como Copenhill, se encuentra situada justo encima de la central eléctrica Amager Bakke, en pleno Copenhague. Esta nueva y moderna planta, que gestiona los residuos de 550.000 hogares daneses y 45.000 negocios, es capaz de producir calefacción para unos 160.000 hogares, y electricidad para más de 60.000 sin emitir CO2.

El proyecto es parte del objetivo de Copenhague de convertirse en la primera ciudad neutral en cuanto a las emisiones de dióxido de carbono para el año 2025 y, con esta central, se evita la emisión de 100.000 toneladas de CO2 al año.

Copenhill: una pista de esquí 100% verde

En cuanto a las características de este particular dominio esquiable, en lugar de nieve, Copenhill tiene una superficie hecha con un material verde que la imita. La longitud de la pista es de 600 metros y, además, cuenta con senderos para llegar a la cima, un remonte mecánico y una pared de 85 metros de altura para hacer escalada, que es por cierto el mayor muro artificial de escalada del mundo.

Para los esquiadores y snowboarders amantes del freestyle, la pista cuenta con numerosos obstáculos. Al igual que las estaciones más tradicionales, Copenhill tiene su propio local de alquiler de material, así como cafetería y bar para el après-ski.

Amager Bakke / Copenhill se encuentra en una zona céntrica de Copenhague, junto al mar. Y para completar el particular aspecto de esta moderna y extraña pista de esquí verde, la central emite enormes anillos de vapor de agua. La inversión total del proyecto ha sido de 660 millones de dólares y se espera que la pista sea visitada por unos 65.000 esquiadores al año.

A pesar de que la central funciona desde 2017, Copenhill se abrirá al público este verano, pero, mientras tanto, puedes hacerte a la idea de cómo es con este vídeo de la estrella del freestyle Jesper Tjäder probando la pista:

Vídeo: Euronews (en español). Vía Youtube.