A pesar de tener una apretada agenda, Massimo Bonetti nos recibe con su característica gentileza y alegría. A sus espaldas, una intensa y satisfactoria carrera profesional en el mundo de la nieve y un impresionante currículum. Le preguntamos sobre su evolución profesional y sus motivaciones.

¿Cuáles fueron los inicios de su carrera profesional? ¿De dónde viene su pasión por la montaña?

MASSIMO BONETTI: Nací y crecí aquí en Sestriere, así que la pasión por la montaña la tengo desde que era muy pequeño. Siempre he vivido junto a las pistas de esquí y en contacto con el turismo, por lo que prácticamente nací con esto dentro.

¿Cómo empezó a trabajar en el mundo de la nieve?

MASSIMO BONETTI: Empecé a trabajar en el sector del turismo, el esquí y demás en 1996, aquí en Sestriere. Empecé colaborando en la organización de los Campeonatos del Mundo de Esquí Alpino que habría el año siguiente, en 1997.
Empecé haciendo de guardián en la oficina de prensa. Me ocupaba de dejar pasar a la gente a la oficina, encender las luces, asegurarme de que funcionaran los enchufes, instalar las primeras líneas de internet para los periodistas… Todo ese tipo de cosas. En 1997 empecé a ocuparme a pie de pista de la organización de las estaciones de esquí; primero de los campeonatos italianos y luego, siempre llegando más lejos, de la Copa Europa, la Copa del Mundo… Así fue como empecé a trabajar dentro de toda esta organización.
En 1998 empecé a trabajar en la oficina de marketing y a ocuparme de relaciones comerciales y del marketing de las instalaciones. Después, me dediqué a todo lo relativo a hacer contratos con los grandes operadores turísticos, lo que viene a ser toda la contratación de lo relativo a los forfaits, la publicidad, así como la participación en ferias, congresos, seminarios, etc.
Al cabo de un tiempo me convertí en el responsable de todos los contratos para los operadores turísticos y los clubs de esquí. Seguí hacia delante y acabé siendo el responsable de la oficina. En 2004 fui contactado por el alcalde de Sestriere y me convertí en el consultor turístico del alcalde para las relaciones institucionales del municipio. En 2014 me convertí además en el responsable de los grandes eventos. Mientras tanto, seguí haciendo mi trabajo, hasta que en 2015 fui elegido presidente del Consorcio Turístico Via Lattea. Desde entonces, me ocupo de promoción, gestión y de las relaciones con los hoteles, los periodistas, las televisiones…
En 2016 me convertí también en el mánager general de la Comisión Organizadora de la Copa del Mundo.
 
 

¿Es difícil compaginar su puesto como mánager general de la Comisión Organizadora de la Copa del Mundo con la presidencia del Consorcio Turístico Via Lattea?

MASSIMO BONETTI: Es cierto que son dos cosas bastante grandes. Ser el presidente del Consorcio Via Lattea me ocupa mucho tiempo a lo largo de todo el año, porque en verano trabajamos para el invierno y en invierno trabajamos para el verano. Y ser el mánager de la Copa del Mundo es algo mucho más concentrado, así que, cuando es necesario trabajar en ello, suelo estar mucho más cansado. Hay muchísimo que hacer, pero el tiempo es limitado. Se trabaja en ello unos diez meses o un año, pero al final se consigue compaginar todas las distintas actividades.
Lo único es que trabajar tanto me deja muy poco tiempo para estar con mi familia. Desafortunadamente, descuido a mi familia porque con todo este trabajo tengo verdaderamente poco tiempo tanto para la familia como para los amigos. Pero, por otra parte, siento una enorme satisfacción por ser capaz de hacer el trabajo que hago, tanto la organización de la Copa del Mundo como el Consorcio Turístico, que son cosas complementarias. Trabajo para el mismo objetivo: tratar de aportar algo más a Sestriere y a Via Lattea en general. Es un empeño muy “pesado”, como solemos decir, pero también da una gran satisfacción.

¿Cuáles son sus motivaciones? ¿Es eso lo que le hace levantarse por la mañana?

MASSIMO BONETTI: Sí, es lo que le comentaba, es el deseo de involucrarme, de hacer siempre algo nuevo, tener siempre nuevos estímulos para tratar de ser mejor y de aportar mi contribución a mi pueblo y a mis montañas y hacer que todo el territorio sea siempre mejor. Es un estímulo continuo.

¿Cuál ha sido su mayor éxito profesional?

MASSIMO BONETTI: Lo que más me ha llegado al corazón es algo que tuvo lugar durante la organización de la última Copa del Mundo femenina y masculina que hicimos aquí en Sestriere en 2016, en la que yo fui el mánager general. Por primera vez en la historia de las Copas del Mundo en Sestriere, y eso que hemos hecho muchísimas, conseguimos que vinieran a Sestriere a ver la Copa del Mundo 20.000 personas. Normalmente teníamos 1.000, 1.500 o 2.000 asistentes como mucho. Fue entonces cuando la Federación Internacional de Esquí (FIS) quiso tomar nuestra comisión como modelo organizativo para mostrárselo a todas las otras comisiones organizadoras de la Copa del Mundo. Hicieron venir a un fotógrafo a las pistas para que, durante tres días, hiciera fotos de todas las pistas, las gradas, los accesos, las áreas técnicas… Todo con el objetivo de que las otras estaciones nos tomasen como ejemplo de cómo organizar de manera óptima una Copa del Mundo. Esa fue sin duda una enorme satisfacción para mí.