Si tienes dudas entre alquilar tu material de esquí o comprarlo, a continuación te ofrecemos algunos consejos básicos si te decantas por el alquiler.

Sin duda, alquilar el material esquí – en vez de comprarlo – es cómodo y tiene muchas ventajas. A nivel de transporte, almacenaje, mantenimiento … es una gran opción para todo tipo de esquiadores. Alquilas tu material de esquí y te olvidas del resto. Poder elegir entre decenas de modelos directamente en las pistas de esquí y seleccionar aquel que más te convenga en función de la climatología, estado de las pistas o modalidad a practicar, es una auténtica gozada.

Si eres principiante es una gran opción. La inversión es mucho menor que adquirir el material nuevo o de segunda mano. Además el material de esquí estará en buen estado cuando vayas a usarlo: las suelas enceradas, los cantos afilados, las fijaciones reguladas a tu peso y nivel y otros detalles que podrás olvidar si te decantas por alquilar tu material de esquí.

A continuación encontrarás un resumen de lo más importante que tienes que saber a la hora de alquilar tu equipo de esquí, incluyendo las botas, los esquís, los bastones y el casco.

Alquilar las botas de esquí

Las botas son un elemento básico pero muy relevante a la hora de elegir el material. Una mala elección de botas puede provocar muchos dolores, haciendo que la práctica del esquí sea una tortura. Por ello, se debe poner especial atención a la hora de elegir las botas de alquiler, dado que consideramos que es la elección más delicada.

Es muy importante que sintamos los pies y los tobillos bien sujetos para que no se produzcan lesiones. El pie no se debe de mover y debemos sentir una presión moderada y homogénea en todas las zonas del pie. La mejor forma de saber si la bota se adapta a nuestro pie será adoptando la posición de esquí, con los tobillos flexionados y las rodillas también ligeramente proyectadas hacia delante, cargando el peso en la zona de las tibias.

Esta posición, facilita que el pie se “desplace” hacia atrás, pudiendo verificar si no existen una presión excesiva de la bota sobre alguna de las partes del pie.

Cada marca tiene su horma especial y su forma de hacer las botas, así que dependerá del modelo y de la marca que encontremos nuestra pareja ideal para descender las pistas con control, seguridad y comodidad. A la hora de escoger las botas, es importante tener en cuenta el nivel de esquí que se tiene, así como la talla, peso, el tipo de pie (egipcio, griego o cuadrado) y la forma del arco plantar (pronador o supinador). Todos estos detalles, determinarán tu bota ideal.

Los principiantes deben escoger botas que no sean muy rígidas, es decir, con un índice Flex 70 o inferior. Si se tiene un nivel medio, una dureza de entre 80 y 90 está bien. Cuanto mayor nivel se tenga, mayor rigidez, pues aporta una mayor precisión a la hora de transferir presiones desde la bota al esquí llegando a 130 de flex.

La talla de las botas de esquí

La talla se mide en “Mondopoints”, un sistema que se basa en la longitud (medida en centímetros) del pie. Ten en cuenta que nuestros pies, izquierdo y derecho, no son exactamente iguales, así que es importante tomar la medida del mayor. Escoge unas botas como mucho de un número superior al que te corresponda según la medida del pie, pues deben sujetarlo adecuadamente. El truco para saber que las botas son de la talla correcta es comprobar que con ellas puestas no se puede levantar el talón y que está ajustada por toda la superficie del pie pero sin ejercer excesiva presión.

Fijaciones del esquí

Hoy en día, muchos esquís vienen de fábrica con sus fijaciones, pero también tendremos la opción de adquirir por un lado, las tablas por un lado; y por otro, las fijaciones en función de nuestros gustos y objetivos.

Las fijaciones, que unen las botas a los esquís, dependen también del nivel técnico, la condición física, de las medidas, el peso, la edad y el riesgo de lesión. Deberemos aumentar la presión en relación al peso. Igualmente, a mayor sea vuestro nivel técnico, vuestra condición física y el estado de la nieve, deberemos de ajustar de una forma u otra las fijaciones.

A la hora de alquilar el material, las fijaciones no deberían ser uno de los puntos más decisivos para elegir unos esquís u otros. Todas las fijaciones modernas son muy seguras y no deberíamos de tener malas sorpresas. Va más en gustos el elegir unas fijaciones de talonera rotatoria o una clásica sin rotación en el talón. Lo más importante será ajustar la presión del “muelle” interno a nuestras características antes de llevarnos el material de la tienda o comercio, aunque, en cualquier caso, las estaciones de esquí suelen estar equipadas de destornilladores de uso público para poder ajustarlas antes de subirnos al remonte. En los esquís de alquiler, vemos habitualmente un sistema de fijación especial que permite moverla en un eje, modificando la distancia entre la puntera y la talonera sin necesitar herramientas.

Elige bien tus esquís de alquiler

De nuevo, los esquís por los que optemos a la hora de alquilar material de esquí dependerá principalmente del nivel técnico y experiencia que tengamos. Existen cinco niveles de esquiador, de la A a la F. Es importante hacer autocrítica. Una forma de saber nuestro nivel es ver qué tipo de pistas somos capaces de descender con control y seguridad. También habrá que tener en cuenta si esquiamos de forma más bien tranquila o agresiva y el radio de giro en el que nos encontramos cómodos. Radios de giro cortos o largos, para gustos los colores.

El tipo de esquí depende completamente de lo que queramos hacer, ya sea esquiar en pista, freeride, slalom para giros cortos, race carver para giros más amplios…

Deberemos elegir un tipo de esquí u otro en función de la nieve. Para los principiantes, lo mejor es escoger unos esquís polivalentes que se adapten a todas las opciones.

En cuanto a la talla de los esquís, como punto de partida se puede tomar la propia estatura o un poco menos, entre 10 y 15 cm. Después, la talla de los esquís variará según lo que queramos hacer con ellos. Como norma general, una talla menor permite maniobrar con mayor facilidad y una talla mayor permite una mayor estabilidad a alta velocidad.

Los principiantes deberán alquilar esquís polivalentes, ligeros de peso y de una talla 10-15 cm inferior a su altura

La altura del esquí depende del nivel que se tenga y del tipo de esquí que vayamos a practicar. Para los principiantes, es mejor unos esquís más cortos que permitan girar fácilmente, mientras que un esquiador más experimentado quizás desee unos esquís más largos que le aporten seguridad a altas velocidades.

La talla de los esquís también vendrá determinada en función del tipo de esquí que vayamos a practicar: freeride más bien largo, aumentando la base de sustentación con medidas anchas de patín; slalom mas bien corto, etc.

La torsión del esquí

La torsión es la capacidad del esquí de rotar en su eje longitudinal y su capacidad de volver a la posición original.

Si eres principiante no debes preocuparte del detalle de la torsión, céntrate en la altura y el peso del esquí. Destacar que la anchura del esquí se mide en el patín, que es la parte central donde están instaladas las fijaciones, y en los extremos, denominados espátula (nose) y cola (tail). La diferencia de sus cotas, harán que un esquí tenga unas características u otras a la hora de afrontar diferentes giros.

En función del uso que le quieras dar a los esquís y tus gustos en la nieve, así tendrás que elegir tu material de esquí de alquiler. Como referencia y generalizando, para el fuera de pista es mejor un esquí de patín ancho; para las pistas bien pisadas, uno más estrecho para facilitar las rápidas transiciones de un giro a otro. Para el Freestyle un esquí ligero, flexible, con doble espátula y rocker.


 

Esperamos que te hayan sido de utilidad los consejos aportados para alquilar tu material de esquí. Si te interesa descubrir las marcas de ropa más famosas del esquí, no dudes en acceder al enlace.