La tragedia ocurrió poco antes de la apertura de las pistas este domingo, 13 de enero, como parte del Plan de Intervención y Prevención de Avalanchas (PIDA), destinado a desencadenar avalanchas y prevenir las futuras que se puedan producir. Estas, suponen un peligro para los esquiadores pero también para los profesionales que se encargan de asegurar el dominio esquiable.

Actualmente, en esta zona de los Alpes franceses, el riesgo de avalancha es de 4 en una escala de 5, es decir, un riesgo considerado «fuerte» debido a la nevada que tuvo lugar en la noche de sábado a domingo, debilitando considerablemente la estabilidad del manto nivoso. La estación de esquí Morillon asegura que los dos pisteros estaban en el sector de los Lanches, a unos 1800 metros sobre el nivel del mar, debajo de la Pointe de Cupoire.

Por el momento, se ha abierto una investigación para determinar las causas de este accidente. El pelotón de gendarmería de alta montaña está en la escena para determinar las circunstancias del accidente y hacer los primeros hallazgos.

Todo apunta a una fallida manipulación de explosivos. Según los colegas de France Bleu, los bomberos de Flaine y Arches fueron alertados alrededor de las 9 am para intervenir en un drama, que es considerado como extremadamente raro. Le confirmaron a France Bleu que los dos hombres no murieron en la propia avalancha provocada, sino que el grave accidente se provocó en la manipulación de los explosivos.

Imagen : Estación de Morillon – Situación geográfica