La innivación artificial es la base del turismo de invierno.
Los generadores de nieve, consiguen crear el preciado “oro blanco”, permitiendo abrir las estaciones de esquí aunque el tiempo no acompañe. Recientemente, hemos sufrido un período complejo para las estaciones de esquí del Pirineo. La falta de nieve natural, debido a un anticiclón que bloqueaba la entrada de frentes fríos y borrascas, ha limitado la actividad de multitud de estaciones de esquí a ambos lados Pirineo. Sin embargo, la estación aragonesa de Astún, sigue siendo sinónimo de nieve ¿Cómo lo consiguen?
La producción de nieve artificial, es crucial durante las temporadas de invierno en las cuales no llega el imprescindible manto blanco. “La inmensa mayoría de nuestros clientes están muy satisfechos con el estado de las pistas. Las pistas que están abiertas, presentan unas condiciones magníficas de nieve gracias al trabajo que se está haciendo desde el inicio de la temporada” comentaba Andrés Pita, Subdirector General de EIVASA en exclusiva para Iloveski.
La orientación, altitud y microclima colaboran con las excelentes condiciones de nieve que solemos encontrar en Astún, pero la correcta gestión de recursos, así como la inversión y el equipo humano, son algunos de los factores que nos gustaría destacar. Es llamativo ver que estaciones dotadas con equipamientos similares, no consigan habilitar los mismos kilómetros de pistas. Cañones de nieve, lanzas de nieve, generadores de nieve en temperaturas marginales, las modernas snowfactory… La nieve artificial, se crea exclusivamente con agua y aire, exactamente igual que la nieve natural, pero no todas las estaciones consiguen sacar el mismo partido a esta tecnología.
Como curiosidad, cabe destacar que la simulación de la cristalización natural de las moléculas de agua en nieve, proviene de los nucleadores de los cañones de nieve, que generan una mezcla de agua y aire a elevada presión, que al esparcirse en la atmósfera, forman núcleos de nieve – nucleidos – al unirse las minúsculas gotas de agua y transformándose en nieve antes de entrar en contacto con el suelo.

Las condiciones propicias para generar nieve artificial, son similares a las necesarias para que haya nieve.
Será preciso que la temperatura del aire y los niveles de humedad, sean acordes a las necesidades para poder producir nieve. En los sistemas de producción de nieve se habla de la temperatura del bulbo húmedo, la cual se compone de la relación entre la temperatura y la humedad relativa del aire. La temperatura del bulbo húmedo debe ser siempre inferior a la temperatura exterior. Cuanto más húmedo sea el aire, menos humedad podrá absorber. Al mismo tiempo, se necesitan temperaturas más bajas para que las gotas de agua puedan formar cristales de nieve.
De esta forma, la temperaturas marginales o temperaturas límite, afectarán al punto de congelación de la molecula de agua, por lo que
estos avanzados sistemas disponen de torres de refrigeración para bajar la temperatura del agua al máximo. Entrevistamos al
Director de la estación de Astún, Alejandro Madrid, para que nos cuente algunas de las claves del éxito.
Pero la maquinaria y las instalaciones no lo es todo, posicionando al equipo humano como un factor clave para conseguir un correcto estado de las pistas.
La profesionalización de los recursos humanos en una estación de esquí
La estación de Aragón, próxima a la frontera con Francia, es una de las pocas estaciones de esquí que se puede jactar de disponer casi siempre de nieve. Nadie mejor que su Director para explicarnos cómo lo consiguen todas las temporadas. “Hemos creado más de 50.000 metros cúbicos de nieve desde el 27 de noviembre de 2018. Hemos vivido temporadas, en las cuales hemos producido más nieve, debido a que las temperaturas y la humedad fueron más acordes a las necesidades. Disponemos de una balsa de agua en altitud, que tiene una capacidad de 75.000 metros cúbicos de agua. Aquí no se derrocha ni energía ni el agua. Los sistemas funcionan principalmente cuando la electricidad es más económica y bombeamos agua a la parte superior del dominio, estancándola en la balsa de retención, para su reutilización” comentaba
Alejandro Madrid.
“En Astún, trabajamos al máximo para que las condiciones de nieve sean ideales para el cliente. A pesar de las temperaturas marginales, hemos conseguido producir suficiente nieve para habilitar varios kilómetros de pistas que son trabajadas todos los días. Cabe destacar el trabajo del equipo humano de la estación. No todo son las herramientas. El conocimiento y experiencia de los snowmakers, de los maquinistas, del equipo de pistas han sido cruciales para conseguir el objetivo. Hemos tenido equipos en alerta durante todo el inicio el invierno, para poder fabricar nieve en los momentos precisos, en los cuales la humedad era mínima y la temperatura era baja. Destacar que las temperaturas no son homogéneas en todo el dominio esquiable. Existen balsas de aire frío y caliente distribuidas por la montaña que están en continuo movimiento. Hay que estar muy atentos a las variaciones de temperaturas para encender o apagar el sistema de producción de nieve. Gracias a la especial atención de nuestro personal, hemos conseguido crear nieve allí donde era necesario. Estamos siempre en alerta para actuar durante el día o la noche.»
Una implicación fundamental de los empleados
La implicación de los empleados, es fundamental en los períodos difíciles. Todo el mundo debe poner de su parte para que la estación pueda abrir sus puertas. El Director de Astún no dudaba en destacar el «savoir faire» del staff técnico de la estación. «También disponemos de maquinistas experimentados que conocen muy bien el terreno. Cuando la nieve abunda, el trabajo normalmente se simplifica, se pone la fresa y vamos peinando las pistas. Sin embargo, cuando la nieve es escasa, nuestros maquinistas consiguen coger la nieve de los bordes y distribuirla, sin romper la pala o sin mover tierra que ensuciaría el manto nivoso. Aquí colaboramos todos, somos un equipo. El servicio de pistas también participa en el buen mantenimiento del dominio esquiable. Informa del estado de la nieve y de los elementos de seguridad en toda la montaña. Colabora en el movimiento de los cañones, modificando su orientación en función de las necesidades y del viento.” Finalizaba sus declaraciones un director de estación que no ha dudado en destacar la labor del equipo humano que está detrás de las magníficas condiciones de nieve de Astún. Estamos recibiendo nevadas y consigue durante el fin de semana, habilitar gran parte del domino esquiable.
La unión comercial de Astún y
Candanchú, permiten que el parte de nieve actual
para que este fin de semana sea prometedor y las imágenes de sus
webcams no dan lugar a dudas: Calidad de nieve polvo-dura, con espesores máximos de 30cm, 23 kilómetros esquiables y 27 pistas abiertas. El parte de nieve puede variar en función de las condiciones climatológicas –
ver parte de nieve Astún.