Desde la creación de una sección de esquí adaptado en la escuela de esquí de Arinsal, se muestra la buena volunad por facilitar a las personas con discapacidad el poder disfrutar de las sensaciones del esquí alpino.

De las múltiples escuelas de esquí y snowboard existentes en Vallnord, parece que en la Snowsport School de Arinsal es la más especializada en facilitar el acceso a los deportes de invierno a personas discapacitadas. En esta escuela cuentan con todo lo necesario: desde el material específico de la DSUK (Disability Snowsports UK), la asociación proveedora de material y formación especializada, a un profesorado altamente cualificado y avalado por la UK BASE (Asociación Británica de Instructores de Deportes de Nieve).

 

Romper las barreras y hacer accesibles los deportes de invierno

Con todos estos medios, se pone al alcance de personas con discapacidad, ya sea física, mental o sensorial, los medios y el personal necesario para hacer los deportes de invierno más accesibles rompiendo barreras y haciendo del esquí una herramienta más de integración. La filosofía es poder ofrecer actividades divertidas y emocionantes a cualquier persona que necesite un equipo o instrucción especial. Dicho de otro modo, romper las barreras y hacer accesibles los deportes de invierno no solamente a las personas que van en silla si no también a amputados y esquiadores con deficiencia visual y sensorial.

Fuente: Vallnord – Pal Arinsal

Disponen de dos bi-ski dirigidos a personas que esquían sentadas, como por ejemplo que sufren parálisis cerebral o lesiones en la columna vertebral por encima de la D-cuatro, entre otros casos. Aquí el esquiador va sentado en un asiento de fibra de vidrio con dos esquíes debajo, que le proporcionan un mayor equilibrio que un monoski.

 

Bi-ski o mono-ski con estabilos para el público discapacitado

En Arinsal también pueden disponer de un mono-ski donde el esquiador se sienta en un asiento envolvente que va unido a uno o dos esquíes y con el cual se puede esquiar pilotado (conducido por el profesor) o de forma independiente ayudado por dos estabilos (esquíes pequeño que hacen de estabilizadores) para guardar el equilibrio y girar.

es mi máxima pasión, me encanta esquiar con la silla, las sensaciones que me da la silla no las tengo con nada más. Supongo que tiene que ser la velocidad y recordar las sensaciones cuando hacía motocrós como también estar al aire libre en la montaña y acceder a un lugar que si no es con la silla de esquí, no puedo acceder

Más allá de las sensaciones y de la descarga de adrenalina que supone practicar un deporte como el esquí alpino en un medio natural como la montaña y el contacto con la naturaleza, para el practicante también representa un reto y la oportunidad de aplicar todas las habilidades adquiridas en torno en total normalización junto a personas sin deficiencias. Además, la propia estación está preparada para recibir a personas que vayan en silla de ruedas con edificios y servicios accesibles para hacer del esquí adaptado una experiencia total de la cual disfrutar en familia o con amigos porque de aquí emana la capacidad integradora de este deporte donde Vallnord-Pal Arinsal es un referente.

De hecho, en la dos últimas temporadas los alumnos del colegio inglés ‘National Star College’ han venido a esquiar un par de semanas a Arinsal y la Snowsports School de Arinsal fue protagonista de un programa de la BBC3 llamado the ‘Unbreakables’ dándole uno proyección internacional.

 

La experiencia personal de Óscar Lanza

Tenemos el placer de compartir unos momentos con Óscar Lanza, piloto de motocrós que en 2005 sufrió un grave accidente mientras entrenaba y quedó paraplégico. Nadie mejor que Lanza para que nos explique sus sensaciones. “Es curioso lo que me ha pasado con el esquí porque cuando estaba de pie no me gustaba esquiar, esquiaba muy poco. A raíz de mi accidente empecé a esquiar porque todos mis amigos se iban a los Alpes unos días, yo no podía ir y me dije ‘tengo que aprender a esquiar”, explica Óscar.

“Y ha sido una sorpresa porque a día de hoy es mi máxima pasión, me encanta esquiar con la silla, las sensaciones que me da la silla no las tengo con nada más. Supongo que tiene que ser la velocidad y recordar las sensaciones cuando hacía motocrós como también estar al aire libre en la montaña y acceder a un lugar que si no es con la silla de esquí no puedo acceder”, comenta. El propio esquiador destaca que “además hay que recalcar que una vez estoy en la silla soy autosuficiente, no necesito a nadie y poder ir por tú mismo a la velocidad que vas y las sensaciones que transmite hace que hoy en día sea mi máxima afición.

De aquí también uno de los motivos que viva en Andorra se porque me encanta el país, vivir en Ordino y tener Arcalís en 12 minutos y poder ir a esquiar”.


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