Te aseguramos que esquiar en Montgenèvre es una gozada y vamos a intentar explicarte el por qué con 5 razones que consideramos de peso. La Via Lattea es un dominio esquiable enorme con notoriedad internacional, conformada por cinco estaciones sutilmente conectadas por pistas y remontes mecánicos.
Es uno de los pocos lugares del mundo donde podrás disfrutar de más de 400 kilómetros de pistas, 212 pistas de diferente nivel y 72 remontes mecánicos. El Piamonte italiano reserva muchas sorpresas al público español, más acostumbrado a otros destinos de masas y que encontrarán en su lado francés Montgenèvre… un oasis de paz, nieve y ambiente de montaña donde se respira tradición en cada rincón.
La primera vez que llegas a la estación de esquí Montgenèvre, da la sensación que llegas a un destino de costa. El pueblo, perfectamente alineado con el pie de pista, tiene una disposición que recuerda a los paseos marítimos del levante español.
Una gran avenida con locales comerciales, restaurantes decorados con gusto y una atención personalizada son algunos de los sellos de identidad de esta bonita estación francesa que está unida al Piamonte italiano. Las cinco pequeñas localidades que engloba la Via Lattea son Cesana, Sansicario, Claviere, Sauze d´Oloux y Sestriere y Montgenèvre.
Una leve introducción que esperamos te haya llamado suficiente la atención como para continuar con…
¡Cinco razones para esquiar en Montgenèvre!
1- Puerta de entrada al dominio esquiable Via Lattea con más de 400 kilómetros de pistas bien interconectadas
A pocos pasos de la frontera italiana, Montgenèvre combina el encanto y el carácter auténtico de un pueblo alpino en los Alpes del Sur con la grandeza de las vastas montañas donde la amplia oferta de ocio reportará unas inolvidables vacaciones a toda la familia. Los más de 400 km de pistas que ofrece este vasto dominio, no te dejará indiferente.
Desde Sestriere, Sauze d´oulx, Cesana-Sansicario, Oulx, Claviere, Pragelato y terminando en Montgenèvre, tendremos múltiples opciones para viajar con nuestros esquís o tabla snowboard por una paisaje variado donde encontraremos anchas y kilométricas pistas así como escarpadas pendientes entre árboles para los locos del freeride.

2- Viaje gastronómico de altitud

En el centro de la estación, encontraréis el Refuge, un tandem de culturas donde sus propietarios, Camille y Guillaume nos ofrecerán múltiples opciones para viajar con el paladar por varias regiones de Francia. A destacar el tiramisú de nutella de Camille, corres el riesgo de repetir.
Si después os apetece tomar una copa, recomendamos pasar por La Tourmente, un magnífico lugar para degustar los cocktails de Maurizio, sus aperitivos italianos acompañado de buena música. Si preferís algo más tranquilo para terminar la velada o una merienda cargada de tradición, el chocolate italiano que Marinella y Mario producen en La Chocolaterie, no tiene desperdicio.
3- Una frontera cargada de historia
No todo es darle placer al vientre, la oferta cultural que nos ofrece Montgenèvre es única. Dicen que el Paso de Montgenèvre formó parte del «cruce de los Alpes». El mismo, fue atravesado por las tropas de Aníbal con sus elefantes durante su travesía de los Alpes. En la antigüedad, la parte superior de Montgenevre representaba el punto de partida de la calzada romana construida por iniciativa del cónsul Domicio en el año 121 A.C.
Atravesado por las tropas de Aníbal con sus elefantes durante su travesía de los Alpes
Una ruta muy relevante a nivel estratégico, dado que unía Italia a Hispania a través del sur . Una zona de tránsito desde épocas ancestrales, se encuentra en las proximidades el pueblo, la rama francesa de la ruta de peregrinación Vía Francigena a Roma y que fue utilizada por el Emperador Julio Cesar.

Zona destacada en varios conflictos bélicos de la historia más reciente, en las guerras de Italia, el período de Carlos VIII, Luis XII y Francisco I.
Algunas fuentes indican que el origen de la práctica del esquí proviene de esta región, introduciendo su práctica en 1900 los militares de Briançon con unas tablas deformadas y de punta elevada, compradas en Noruega por el Capitán Clerc siendo creada la primera escuela de esquí en el mismo Briançon en 1903.
4- Esquiar en una pista olímpica por la noche
Desde sus inicios, Montgenèvre ha destacado por su interés por la competición. No en vano, la primera competición internacional de esquí celebrada en Francia se realizó en las pistas de Montgenèvre en 1907 contando con 3500 esquiadores franceses, noruegos, italianos y suizos que participaron en pruebas de fondo, salto y descenso.

Las pistas de que dan al pie de pista de la estación son conocidas por su gran ambiente, donde se respira la competición en cada giro. Una de las pistas destinadas a la competición está disponible por la noche. Completamente iluminada, nos permitirá disfrutar de una bajada memorable y esquiar en montgenevre con las luces del pueblo de fondo y un gran telón de estrellas. Los principiantes también pueden disfrutar del esquí nocturno, mediante un telearrastre que da acceso a una sencilla pista azul. En relación al esquí nocturno, no os perdáis el mítico descenso de antorchas de la ESF de Montgenèvre, es realmente un espectáculo de color.
5- Montgènevre, un lugar adaptado a las exigencias de las familias
Esquiar en Montgenèvre suele ser una gozada para los más pequeños de la casa. Todo está concebido por y para las familias. Una amplia gama de servicios asegurarán una inolvidable estancia en un viaje con niños. El pueblo es tranquilo, sobre todo si adentramos en la zona antigua donde la circulación es prácticamente inexistente y encontraremos zonas donde los pequeños de la casa podrán jugar con la nieve sin ningún tipo de peligro.

En el pie de pista, encontraréis un balneario de los que dejan huella. «Durancia» es el centro termolúdico de Montgenèvre para relajarse después del día de esquí. Las vistas hacia las pistas son magníficas, gracias a la gran vitrina de cristal que separa las cálidas aguas de este nuevo spa en funcionamiento desde finales del 2014. Además, ofrece una experiencia culinaria única en su moderno restaurante, para disfrutar de una bonita velada con vistas a la montaña.
