Después de que la central nuclear de Flamanville (Manche) haya sido parada técnicamente, el pasado 18 octobre la autoridad competente en materia de producción nuclear en Francia (ASN) ha solicitado cesar la actividad de forma temporal de cinco reactores más generando cierta preocupación (Fessenheim 1, Tricastin 2 et 4, Gravelines 4 et Civaux 1).

De cara a esta solicitud, la empresa francesa EDF deberá proceder en un plazo de tres meses a controles de seguridad suplementarios en sus generadores.

Actualmente en Francia, hay 21 de un total de 58 reactores en proceso de suspensión de actividad parcial. hay 10 que están sometidos a tareas de mantenimiento, después hay 4 que tienen incidentes varios y otros 7 sometidos a verificación de su GV.

El problema reside en diversas anomalías que han encontrado en piezas de la forja. La institución ASN ha declarado que «no tienen datos sobre el comportamiento de los materiales con niveles de concentración de carbono significativamente más altos que los estudiados en parte de la anomalía de la parte inferior de la EPR «. «No podemos prejuzgar la decisión. No se excluye que no permitamos el reinicio de los reactores afectados «. Los chequeos deberán realizarse dentro de los próximos tres meses, lo suficiente como para preocuparse de las estaciones de esquí que preveen, si las condiciones meteorológicas lo permiten, abrir sus puertas al final de noviembre.

La parada de tantos reactores nucleares de forma simultanea puede tener consecuencias muy graves.

Por el lado de EDF, las consecuencias de las interrupciones forzadas son principalmente financieras: se estima que un reactor que pasa un día sin actividad provoca una pérdida de un millón de euros para el grupo EDF. Por lo tanto, este último movilizará fuentes de energía alternativas como las energía provenientes del gas, hidroeléctricas, solar y eólica.

Las interconexiones con diferentes redes eléctricas permiten a EDF asegurar parte del suministro, pero afecta directamente el precio del megavatio en el periodo pico de consumo, que sigue creciendo y supera actualmente más de 90 euros de tarifa base. En cuanto a las estaciones de deportes de invierno, la coordinación de estos controles técnicos en las centrales nucleares, afectará directamente al funcionamiento de las estaciones de esquí francesas, grandes consumidoras de electricidad, principalmente para el correcto funcionamiento de sus remontes mecánicos y elevadores.

Como curiosidad, la energía eléctrica está en segunda posición en el podio de gastos en una estación de esquí, justo detrás de los salarios.

Actualmente, no hay muchos datos publicados que ahonden en los gastos de electricidad de las  estaciones de esquí. Imaginamos que no es un mensaje muy comercial pero el silencio y la falta de comunicación referente al consumo eléctrico de las estaciones de esquí llama la atención.

SEM-Sedev, la empresa responsable de la operación llevada a cabo en la estación de esquí de Vars estimó en 2004 que una telesilla del tipo Peyrol, consume 3600 kilovatios de energía eléctrica en un día. Este consumo corresponde a la iluminación de 36.000 bombillas de 100 vatios durante 8 horas, una cantidad del orden de 30.000 euros por una temporada de invierno.

Controlar el consumo de energía: una problemática actual, un reto para el mañana

La Conferencia Nacional de Economía Sostenible en Medios Urbanos que tuvo lugar en Chambéry en abril del año 2015 puso de relieve el siguiente contexto: «el consumo de energía elevado se está convirtiendo en una prioridad estratégica para las estaciones de esquí y los operadores de dominios esquiables, Mejorar su rentabilidad es la primera de las preocupaciones. La transición energética se basa en gran parte a las acciones y proyectos políticos que se llleven a cabo, en gran parte conducida y ejecutada por las autoridades locales, así como el desarrollo de las energías renovables «.

La delegación de Montaña de EDF está trabajando en una reducción relevante del consumo de electricidad en cooperación con las estaciones de esquí a través de su programa Web Montaña 3D: una estación de esquí virtual ideada para ayudar a las estaciones y las autoridades locales en su desarrollo sostenible y conseguir ahorro de energía.

El programa de Montaña 3D, disponible en Internet, permite a la estación descubrir todas las herramientas para optimizar el consumo de energía de la estación de esquí: remontes, nieve artificial, la iluminación y el mantenimiento de las instalaciones turísticas y deportivas. Poco a poco, las iniciativas individuales para la optimización energética florecen en los sectores de los deportes de invierno.

La estación de Val d’Isère también había llevado a cabo acciones orientadas a la reducción de consumo de energía de sus elevadores que participan en la certificación ISO 50.00.

El complejo de Peyragudes ha seguido su ejemplo,  al convertirse en la primera estación de esquí para recibir la certificación ISO 50001 de todos sus procesos: operaciones, mantenimiento, ascensores y elevadores, flota, aseos, producción de nieve artificial y edificios.